El área sanitaria IV, con cabecera en Oviedo, incorpora un código trauma para reducir la mortalidad y discapacidad

El gerente del Sespa, Aquilino Alonso; el médico intensivista del HUCA, José Antonio Gonzalo; la gerente del área IV, Beatriz López; la directora del HUCA, María José Villanueva, el jefe de Urgencias, Luis Antuña, y el médico de Urgencias Pablo Herrero.
El gerente del Sespa, Aquilino Alonso; el médico intensivista del HUCA, José Antonio Gonzalo; la gerente del área IV, Beatriz López; la directora del HUCA, María José Villanueva, el jefe de Urgencias, Luis Antuña, y el médico de Urgencias Pablo Herrero. - GOBIERNO DE ASTURIAS
Publicado: jueves, 27 junio 2024 12:53

OVIEDO, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

El área sanitaria IV, con cabecera en Oviedo, incorpora un código trauma para reducir la mortalidad y discapacidad asociada a los accidentes más graves, que se comenzará a aplicar en los próximos días con el objetivo de acortar los tiempos en la primera valoración, traslado y asistencia de heridos con peor pronóstico.

"Cada año se producen en Asturias unos 200 accidentes que podrían causar la activación del nuevo código", indican desde el Gobierno del Principado de Asturias, añadiendo que "la atención específica al paciente traumatizado mediante este tipo de protocolos en un centro especializado reduce la mortalidad global, sobre todo en las personas más jóvenes y graves".

Este código centra la atención en dos momentos clave: la valoración del paciente cuando se produce la primera asistencia y la activación del equipo que lo atenderá a su llegada al servicio de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

La primera atención, que corresponde al equipo del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) o de primera asistencia, comprende el control de hemorragias que comprometan la vida, garantizar que el aire llegue a los pulmones, buscar y tratar lesiones que comporten riesgo vital, evaluar la presión arterial y frecuencia cardiaca, colocar dos vías periféricas y controlar el estado de consciencia y la temperatura corporal.

El protocolo establece que después se trasladará al paciente lo antes posible al HUCA, bien por causas clínicas o por ser el hospital de referencia del área IV, y se activará el código trauma a través del Centro Coordinador del SAMU integrado en el 112, que se encargará de prealertar al hospital.

Este preaviso concretará el número de personas involucradas, sexo, edad aproximada, hora del traumatismo, causa de la lesión, constantes relevantes, procedimientos realizados hasta llegar al hospital, situación de estabilidad, tiempo estimado de llegada al centro y otras circunstancias especiales.

La prealerta movilizará el equipo del HUCA, integrado por cuatro médicos (tres de urgencias y uno de medicina intensiva), dos enfermeros, un auxiliar de cuidados de enfermería y dos celadores. También se contactará con el servicio de radiología para realizar las pruebas de imagen. Cada facultativo ocupará un puesto concreto a las órdenes del líder, que estará bien identificado antes de entrar en el box y preparado con todo lo necesario.

Una vez recibido el herido, se le realizará una evaluación primaria para identificar las lesiones que comprometan su vida. Deberá realizarse entre 15 y 30 segundos, de forma sistemática y jerarquizada por prioridades, con el objetivo de detectar y atender antes las lesiones con mayor riesgo de mortalidad.

Tras la evaluación, iniciada la reanimación y estabilizadas las funciones vitales, se llevará a cabo un reconocimiento secundario que completará el diagnóstico de todas las lesiones y se establecerá un plan terapéutico. Aquí se incluyen la historia clínica y la exploración física completa de todo el cuerpo, de forma precisa y sistematizada para evitar omisiones.

Los accidentes de tráfico son una de las principales causas de enfermedad traumática grave, si bien existen otras causas para estos percances, como la práctica de actividad física al aire libre o los siniestros en el entorno laboral, agrícola e industrial.

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