El Arqueológico incorpora dos cascos de guerra de la época castreña, únicos de Europa en su contexto

OVIEDO, 19 May. (EUROPA PRESS) -

El Museo Arqueológico de Asturias ha incorporado a su colección dos cascos de la época castreña, datados hace más de 2.500 años y que son las únicas en su contexto dentro del repertorio prehistórico europeo.

Se trata de dos cascos de bronce de la Edad de Hierro hallados en una cueva del Picu Las Torres, en Ribadesella, en diciembre del 2020. Son de la época en la que en Asturias aparecieron los primeros castros y hasta el momento, en toda Europa, habían aparecido representaciones iconográficas, que permitieron su reproducción en cómics, películas o series actuales. Sin embargo, los cascos encontrados en la región suponen el primer hallazgo físico de unos cascos usados por guerreros celtas.

Por eso, la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, ha calificado la jornada de "histórica" para Asturias, mientras que la directora del Arqueológico, María Antonio Pedregal, ha destacado que las piezas son "de esas que pasan a ilustrar los libros de texto".

Prueba de la importancia del hallazgo para la historia de Asturias es que en la presentación de las piezas este jueves en el Arqueológico estaban presentes representantes de la mayoría de fuerzas parlamentarias, como Noelia Macías (PSOE), Alvaro Queipo y Gloria García (PP), Ángela Vallina (IU) y Adrián Pumares (Foro Asturias).

Aunque las piezas presentan similitudes, las investigaciones han concluido que fueron fabricadas por diferentes manos, entre la Edad de Bronce y la de Hierro. Están realizadas sobre una placa de bronce con doble encaje simétrico para anclar penachos o cornamenta. Lucen apliques fundidos en bronce plomado y fijados mediante remaches y ambos están decorados por bandas repujadas.

La investigación realizada, que determinará las futuras medidas de protección de las piezas y la catalogación del yacimiento, todavía no ha concluido y en los próximos meses saldrán a la luz investigaciones científicas que arrojarán luz sobre la época.

Así, con el hallazgo --que permitió recuperar también restos cerámicos y óseos-- ha surgido la duda sobre si en el Picu Las Torres había un castro previo a su ocupación medieval. Por el momento, todo apunta a que en el interior de la cueva donde aparecieron los cascos había un depósito ritual, aunque no relacionado con prácticas funerarias.

Las piezas van a queda expuestas temporalmente en la sala del Museo dedicada a la cultura castreña y, junto los paneles explicativos, se proyectará un documental sobre el proceso que han seguido las piezas para su restauración.

En el trabajo de restauración, además de personal del Arqueológico, han participado profesionales del CSIC, del Museo Arqueológico Nacional y la Universidad de Granada. Ahora, el personal del Arqueológico seguirá con el estudio de las piezas dentro del contexto de los hábitat fortificados del Oriente de Asturias, pero también del Arco Atlántico.