OVIEDO, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
SIGUE AQUÍ LA ÚLTIMA HORA TRAS EL REFERÉNDUM ILEGAL
El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha lamentado este jueves en su carta semanal la "calculada inmoralidad y la inaceptable ilegalidad" del referéndum que el Gobierno de la Generalitat de Cataluña celebró este domingo en la autonomía.
Desde una "preocupación ciudadana" y su "responsabilidad pastoral" el prelado ha salido en defensa de la Constitución, una "oportunidad" que los españoles se dieron "hace cuatro décadas". "Construyendo un proyecto común, haciendo de nuestras diferencias lingüísticas, históricas y culturales no un arma arrojadiza injusta y violenta, sino un modo de complementarnos mutuamente", ha argumentado.
Según Sanz Montes, fue un marco legal de convivencia que supuso "acercamiento, limar diferencias y escribir una memoria histórica respetable no tanto mirando hacia atrás cuyas heridas queríamos suturar, sino hacia delante, construyendo juntos un futuro mejor en la concordia desde la rica pluralidad".
"Romper este marco unilateralmente, cizañarlo con la insidia que enfrenta y divide, falsear con la mentira sus trucadas alternativas, engañar con vileza a un pueblo para hacerle cómplice de una inconfesada deriva, todo eso no solo atenta contra el Estado de Derecho y mina la convivencia, como nos ha recordado su Majestad el Rey Felipe en su mensaje valiente y oportuno, sino que es profundamente inmoral", ha afirmado.
Para el dirigente de la Iglesia asturiana, lo ocurrido el domingo en Cataluña, además de ser una "cuestión delictiva", política y penalmente hablando, "es también un pecado inmoral reprobable" llevado a cabo por "ladrones de guante blanco y corrupción evadida que acusan a España de robarles".
Los responsables, ha considerado, son unos "amotinadores en un Estado de derecho que exigen se les respete las leyes que ellos mismos se cocinan; fautores de una independencia impuesta desde el fragmento y maestros de la manipulación mediática y la mentira con propaganda nociva para completar el engaño".
Son, a su juicio, "artífices de una ruptura de cinco siglos de convivencia mutua y de cuarenta años recientes de democracia" para luego "amnistiar legalmente sus vergüenzas y dinamitar España y Europa con sus praxis antisistema".
Ante esta situación, Sanz Montes ha pedido un entendimiento que no sea "buenista y vacuo" sino que "respete a las personas y las leyes para que no haya trampa en una convivencia fraterna que no tiene como precio el chantaje".