OVIEDO 1 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Asturias ha aprobado destinar una ayuda de emergencia de 50.000 euros a Médicos del Mundo España para garantizar el acceso a las prestaciones de atención primaria de salud a 70.740 personas de los pueblos del área de Kobane, Serrin y Qanaya, en Alepo, afectadas por el terremoto de febrero en Siria y Turquía.
Según ha informado el Gobierno asturiano, a través de este proyecto, Médicos del Mundo asegurará los servicios gratuitos de atención primaria, salud sexual y reproductiva y salud mental y apoyo psicosocial en emergencias de acuerdo a los estándares de calidad nacionales y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como medicación gratuita en los centros apoyados.
Del mismo modo, la organización garantizará la continuidad de los servicios de salud en los centros de atención primaria durante epidemias y pondrá en marcha los mecanismos necesarios de prevención, aislamiento temporal, testeo, derivación y detección de casos sospechosos.
El destino de las ayudas comprende la contratación de personal para garantizar la atención primaria, incluida la respuesta a epidemias, en los centros de Serrin y Qanaya; la donación de medicamentos, equipamiento y consumibles médicos, la atención básica obstétrica y neonatal de emergencia, la provisión de kits de emergencia de higiene, de dignidad para mujeres y niñas, de trauma y de salud sexual y reproductiva; reformas básicas de los centros de salud y actividades de sensibilización a la población en salud y apoyo psicosocial.
Tras el terremoto de febrero, la prestación de servicios sanitarios sigue interrumpida en el noreste de Siria, ya que sólo el 58% de los hospitales y el 53% de los centros de atención primaria de salud funcionan a pleno rendimiento. El 35% de los hospitales (211 en total) y el 44% de los centros de atención primaria de salud (1.791 en total) no funcionan o sólo funcionan parcialmente.
En Kobane (Alepo), la zona del proyecto, sólo hay dos centros de salud funcionales en Kobane, que cubren a una población de aproximadamente 400.000 habitantes en la ciudad y los pueblos de los alrededores.
La mayoría de la población consiguió abandonar sus hogares y ha estado viviendo en coches, tiendas de campaña y aldeas cercanas porque es más seguro y fácil de evacuar. Sin embargo, hay personas vulnerables que permanecen en casas dañadas porque no pueden ser evacuadas fácilmente o simplemente viven en la calle sin servicios básicos, aseos, protección y fuentes de agua.
Según el ayuntamiento, alrededor del 10% de los edificios de la ciudad de Kobane no son recomendables para vivir, lo que se espera que prolongue la situación de los sin techo y el éxodo a pueblos cercanos entre 4 y 6 meses. En los campos no oficiales de desplazados internos, la situación se ha vuelto más difícil, lo que ha agravado las necesidades humanitarias.