La banda asturiana Marlon cerrará este sábado los conciertos de Abandoibarra de la Aste Nagusia de Bilbao

BILBAO/OVIEDO, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

La banda asturiana Marlon actuará este próximo sábado en la última noche de Aste Nagusia desde las 23.30 horas en el escenario de Abandoibarra, donde ofrecerá un directo con las canciones de sus dos discos --'Cosas que no se pagan con dinero' y 'Marlon'--, y un adelanto del tercero, 'Que se caiga el cielo', que saldrá a la venta el 20 de octubre.

La banda, originaria del municipio asturiano de Salinas, está integrada por Adrián Roma, Juan Fernández y Jorge Diéguez. Dos semanas después del lanzamiento de su próximo disco, el día 5 de noviembre, actuará en el WiZink Center de Madrid, un éxito para ellos tras ocho años "peleando un montón, subiendo escalones, comiendo un montón de barro, haciendo giras con muy poca gente, sin ganar ni un duro", ha explicado a Europa Press Adrián, voz y líder de la banda.

Tras recordar que cuando empezaron y acudían a Bilbao tocaban para "cuatro gatos" en una sala, ha destacado que cada vez que vuelven son más los fans que van a verles y cantan con ellos sus canciones. "Aquí siempre nos hemos sentido muy a gusto, la gente es muy cariñosa y siempre es bonito volver y estar por aquí. En Bilbao la gente siempre responde bien y son bastante cantarines", ha celebrado.

Esta vez les espera un público de Aste Nagusia y al aire libre, pero tampoco temen que eso afecte a su show en Abandoibarra. "Ahora cada vez que vamos a un sitio salimos y hay muchísima gente que nos conoce, que canta las canciones. Es como una especie de escudo que te pones a ti mismo, ese punto de nervio, creo que en el punto en el que estamos ya no lo pasamos mal en ninguna situación y siempre vamos a tener bastante público ahí fuera arropándonos", ha valorado.

Por ello, considera que tienen una banda "sólida" que ha hecho "muchísimos directos" y que saldrán "tranquilos y con ganas". "En directo sonamos como aviones, venimos de tocar un montón, de ensayar un montón todo el año y muchos años. Tenemos un buen equipo y un show para poder estar en cualquier escenario al lado de cualquiera que pueda estar con nosotros", ha aseverado.

En la furgoneta de Marlon cada uno va con sus cascos y el conductor se pone su música para él. "Cada uno un poco a su rollo", ha dicho Adrián, quien suele escuchar cosas que no se parezcan nada a su música. "Nunca escucho pop-rock. Nunca. Me gusta intentar empaparme de cosas nuevas, esforzarme por entender cosas de las que hay ahora, actuales, diferentes sonidos. Lo que más escucho es rap, aunque parezca raro. Me apetece aprenderme trucos nuevos", ha precisado.

Esperan llegar con tiempo a Bilbao para una buena comida. Son asturianos y les encanta comer, así que lo disfrutan "de verdad", ha indicado. "Aquí hay buenas zonas para comer, así que sacaremos el tiempo necesario para hacerlo antes de actuar. En Asturias la cocina es como una especie de religión. Mi novia es madrileña y flipa con que esté el día anterior pensando en lo que voy a hacer mañana para cenar o para comer. Nosotros nos lo tomamos en serio, porque nos encanta y nos hace felices", ha explicado.

Una pasión compartida entre asturianos y vascos que reconoce. Euskadi le trae buenos recuerdos al rememorar que hace ocho años tuvo una reunión en San Sebastián y tocó ante el que se convertiría en su jefe, que a día de hoy sigue siéndolo. "Me acuerdo estar con él sentado y ponerme con una guitarra temblando y decir, mira, 'pues soy Adri y tengo esto y espero que lo escuches y a ver qué te parece...'".

Recuerda esa sensación de pasarlo mal, de temblar, de cantar una canción "fatal seguramente" y "seguramente una canción de mierda" porque sería de las primeras que hizo, afirma, para destacar que a día de hoy siguen trabajando juntos y ve los logros que han conseguido, que ahora les espera un WiZink Center o una Aste Nagusia.

Acepta que les pongan etiquetas, pero no le parece "una cosa lógica, puesto que la música es mucho más que etiquetar o decir esto es rock, esto es pop o esto es reggaetón". "La música al final no deja de ser un arte que a la gente le nace y le sale y a veces no sabes por dónde va a salir", ha indicado.

"Crear una balada al día siguiente te sale un tema más rockero...eso es la suerte de la música, ¿no? poder crear lo que te nace y lo que te apetece y que la gente pues lo escuche si le gusta y lo respete", argumenta.

Leer más acerca de: