GIJÓN, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El estudio encargado por la Autoridad Portuaria de Gijón para determinar el origen del carbón que llega en ocasiones a la playa de San Lorenzo concluye que es compatible, en un alto porcentaje, con la mercancía que traía el Castillo de Salas, buque hundido en 1986 frente a las costas gijonesas, y una parte más mínima podría proceder de la actividad de El Musel.
Así se ha puesto de manifiesto durante la presentación de este estudio, que lleva por título, 'Estudio Petrológico del Sedimento Profundo de la Playa de San Lorenzo (Gijón-Asturias9', en el Salón de Actos de El Musel, y que ha corrido a cargo del presidente portuario, Laureano Lourido, y de los dos profesores al cargo de la investigación, Germán Flor Blanco y Félix Mateos --de la empresa este GEA--.
Con base a este estudio, iniciado en otoño de 2019, un total de 8.200 granos de carbón fueron analizados, y también se hizo un estudio petrográfico en un laboratorio homologado en EEUU.
Según Flor Blanco, hay varias razones para determinar la compatibilidad del carbón de la playa con la de la carga del Castillo de Salas, como pueda ser que se ha observado que el carbón se ve que ha sufrido modificaciones de décadas, así como por su tamaño.
Otro dato relevante es la falta de carbón en otras playas urbanas, Arbeyal y Poniente, que deja entrever que proceda más del acumulado en alguno de los nueve yacimientos de la carga del buque hundido, algo que se vendría a confirmar también por la dinámica de la dársena del puerto, que solo con temporales fuertes haría que el carbón que pudiera caer al mar llegara a las playas.
Sobre este tema, ha apuntado que la disposición del buque hundido también es determinante a la hora de determinar el origen del carbón llegado la playa.
ESTUDIO DEL INCAR
En cuanto al estudio realizado por el Instituto Nacional del Carbón (Incar), que apunta a una procedencia derivada de la actividad portuaria, Flor ha mostrado "total respeto", pero ha matizado que "no es pericial".
A esto, Mateos ha añadido que son estudios diferentes, ya que ellos cuentan con dos muestras del buque hundido, recogidas en la zona de hundimiento en 2019, y el Incar no, por lo que trabajó bajo estimaciones.
Flor Blanco, además, ha recalcado que sería "carisísimo" retirar el carbón de los nueve yacimientos que aún queda, a lo que ha precisado que el mineral que llega a la playa es más bien "contaminación visual", ya que no causa daños a las personas.
En cuanto al estudio en sí, ha indicado que se hizo un análisis de sedimentos de la playa San Lorenzo y del carbón que llegaba a esta, tanto su morfología, su composición o su antigüedad.
El profesor ha explicado que la llegada de este carbón se hace más evidente cuando hay temporales. Unido a esto, ha apuntado que debido al cambio climático, se producen temporales "de más intensidad de ola y más frecuentes".
También ha incidido en que se revisaron algunas tesis realizadas sobre la playa de San Lorenzo y noticias de prensa relacionada, y se determinó que antes del hundimiento del Castillo de Salas se veía "muy poco carbón" en la playa y la bahía.
Mateos, por su parte, ha dado a conocer el estudio petrológico, del que se hizo análisis de macerales y reflectancia de la vitrinita (este último en EEUU). Se hizo también estudios de granulometría y estudio morfométrico.
Asimismo, ha llamado la atención sobre que se dijo siempre que el Castillo de Salas traía cuatro tipos de carbón, pero no es así, según el profesor.
Este ha apuntado que, de cara al estudio, cada grano analizado se ha considerado que podía tener un origen diferente. Ha señalado, asimismo, que toda la muestra recogida es hulla, que es la que suele utilizar en la zona.
Además, ha apuntado que las gravas del Castillo eran iguales a las de la muestra de la playa recogida. Ya desde un punto de vista petrográfico, maceralmente nada indica que arena y gravas analizadas
no procedan o procedan del Castillo de Salas, a su juicio.
No obstante, ha enfatizado que en el resultado de reflectancia a la vitrinita, la totalidad de las muestras va de V4 hasta V17, es decir 13 tipos diferentes de carbón detectados.
De estos son compatibles con la carga del Castillo de Salas del V4 al V13, nueve tipos, aunque no supone que los otros cuatro tipos no los transportara. De hecho, ha indicado que pudo no haberse recogido muestras de todos los tipos de carbón que llevaba. Incluso ha indicado que se cree que llevaba al menos V16 y V17, con lo que habría coincidencia en nueve tipos de carbón.
A esto ha sumado que todos los tamaños de las gravas son "perfectamente compatibles" con los que se transportaba en el Castillo de Salas.
COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE
Lourido, por su parte, ha puntualizado que este estudio no se ha hecho para desdecir o contradecir a otros que se hayan hecho, con alusión al encargado por el Ayuntamiento gijonés, que apunta a El Musel como causante más probable de la mayoría de la llegada de carbón a la playa de San Lorenzo.
A este respecto, ha incidido en que entendían que era necesario este estudio para aportar luz a lo que realmente ocurre en la playa de Gijón.
De esta forma, se podrá saber, a su juicio, cómo mejorar el Medio Ambiente. A esto ha sumado que independientemente del resultado del
estudio, la Autoridad Portuaria tiene un plan de inversiones hasta 2023 y en junio aprobarán otro hasta 2024.
"No son inversiones ficticias, son reales", ha sostenido, para recalcar después que forman parte del presupuesto portuario. Asimismo, ha apuntado que con el plan de inversiones se quiere profundizar en el compromiso con la mejora de la calidad de aguas y que el puerto sea más sostenible.
Ha incidido, además, en que no querían tomar decisiones sin tener una base sólida para ello. De ahí que se encargara este estudio, en septiembre/octubre de 2019.