OVIEDO 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico ha hecho pública la autorización a Hunosa al uso del agua de mina para la producción de hidrógeno verde en el Pozo Fondón.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha publicado en el BOE la concesión del aprovechamiento de aguas de la bocamina La Nalona --ubicada en el Fondón--, algo que según Hunosa supone "un nuevo hito en el avance de la planta proyectada en Langreo y cuyo desarrollo se enmarca en el proyecto Mine-to-H2".
La concesión del uso del agua de mina La Nalona es un nuevo avance del proyecto. Hunosa ya tiene autorizada por la distribuidora la conexión para el suministro eléctrico de la planta y en la actualidad está en marcha la tramitación administrativa municipal.
Mine-to-H2 consiste en la reutilización de una antigua mina de carbón para la producción de hidrógeno verde a partir de energía renovable. Básicamente, el hidrógeno se producirá con el agua que vierte la antigua bocamina y energía eléctrica renovable generada parcialmente por una planta fotovoltaica que se instalará en otro antiguo espacio minero. Todo un proyecto de economía circular y enfocado a la movilidad sostenible en el área central de Asturias.
El proyecto, impulsado y liderado por Hunosa, cuenta con otros socios industriales como Duro Felguera y Alsa, además de la Universidad de Oviedo y el instituto polaco GIG-PIB. La iniciativa cuenta con un presupuesto de 18 millones de euros, de los que el cincuenta por ciento, 9 millones, procederán de fondos europeos a través de las ayudas RFCS (Research Fund for Coal And Steel).
La futura planta, de 2,5 MW y escalable hasta 5 MW permitirá, entre otras cosas, la producción de hidrógeno verde mediante electrólisis, recuperando el calor de dicho proceso para integrarlo en la red de geotermia que Hunosa tiene en el District Heating Pozo Fondón, así como incorporar parte del hidrógeno a la red de gas natural existente, acoplándose con el sector de la calefacción.
El proyecto, con una duración de cuatro años y medio, también incluye la puesta en servicio de un nuevo modelo de autobús interurbano propulsado con hidrógeno verde mediante pila de combustible, contribuyendo así a descarbonizar el transporte de pasajeros por carretera.
Será, además, la base para el estudio y demostración de diversas tecnologías y un ejemplo de cómo los grandes proyectos pueden apoyar el desarrollo de modelos de negocio ecológicos en las regiones carboníferas.