OVIEDO 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Rodríguez, ha presidido este miércoles el pleno del Consejo del Patrimonio Cultural, en la que se ha informado favorablemente la declaración de la cultura del azabache como bien de interés cultural (BIC) de carácter inmaterial.
El máximo órgano asesor del Principado en materia patrimonial ha emitido un informe favorable, un paso decisivo antes de la aprobación del correspondiente decreto por parte del Consejo de Gobierno, según indican desde el Ejecutivo.
La existencia de yacimientos de azabache de excepcional calidad en Asturias permitió, ya desde épocas remotas, su explotación minera y su aprovechamiento artesanal, un hecho que ha dado lugar a una cultura basada en las cualidades de este singular mineral. Su supuesto carácter profiláctico generó una alta demanda de creaciones artesanales que se comercializaron especialmente fuera de la comunidad, tanto a través de formatos convencionales, como amuletos, como en versiones singulares, en variadas piezas de joyería.
Su trayectoria histórica y artística se identifica con un área geográfica determinada: Les Mariñes de Villaviciosa y sus inmediaciones, donde la tradición minera pervivió hasta hace un par de décadas. En esa zona se concentra el mayor número de talleres artesanos aún vinculados al trabajo de esa materia prima.
El oficio de azabachero, actualmente aminorado, elabora y comercializa básicamente dos tipos de productos: piezas tradicionales de alta demanda (por ejemplo, las ciguas, que se venden mayoritariamente al mercado compostelano y asturiano) y singulares creaciones de joyería de talleres en los que se define un estilo propio y se apuesta por una elaboración innovadora, que incorpora nuevos materiales. Ambas variantes tienen vigor y mercado.
El valor incontestable que se le confiere en Asturias al azabache a nivel social y cultural queda reflejado en su uso a lo largo de la historia. Su rareza, su color, su brillo y su inalterabilidad, así como sus supuestas propiedades, explican un aprecio que ha llegado al siglo XXI y que justifica su protección patrimonial a través de la declaración de esta cultura como BIC.
El expediente de declaración se incoó formalmente mediante una resolución de Cultura fechada el 11 de enero de 2023. Durante la tramitación se han obtenido informes favorables del Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea) y de la Universidad de Oviedo.