MADRID 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha evitado este martes valorar el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) que apunta al exministro Francisco Álvarez-Cascos como presunto receptor de comisiones de la trama Gürtel, subrayando que en este caso la UDEF actúa como policía judicial, a las órdenes del juez.
"En estas investigaciones no manda el director general de la Policía sino el juez instructor porque funciona como policía judicial", ha resumido, en una entrevista en la Cope recogida por Europa Press. Además, ha subrayado que en una instrucción judicial una "injerencia podría ser constitutiva de delito".
Cosidó ha subrayado que la Justicia en España es "claramente independiente" y la Policía tiene un "enorme prestigio", así que cuando trabajan "en una investigación judicial trabajan con toda la independencia y profesionalidad".
En todo caso, además de recordar la presunción de inocencia que rige para todo el mundo, ha subrayado que corresponde al juez valorar si Álvarez-Cascos, ex 'número dos' del PP, ha cometido algún delito. La Policía, ha recalcado, "señala indicios", pero "no le corresponde juzgar" y esos indicios "en ningún caso quieren decir que esa persona sea culpable".
El director de la Policía ha pedido "respeto a las instituciones" y que se las deje "fuera del juego político", como ha asegurado que él siempre hizo cuando era portavoz de Interior en la oposición. Para Cosidó, quienes acusan a Interior de injerencia en la Policía "hacen daño a la institución y a los profesionales".
Así, preguntado sobre los cambios en la cúpula de la UDEF, ha defendido que cuando el PP llegó al Gobierno había responsables que llevaban ya ocho años y que los 'populares' tenían "un proyecto de cambio, de transformación de la Policía", así que "es bueno que haya nuevos equipos" para impulsarlo. Ese proyecto, ha dicho, es el único motivo de los cambios.
Cosidó se ha referido también al informe de la Comisión Europea que alerta sobre los niveles de corrupción en España y en Europa y ha defendido que "lo esencial" para hacerle frente es tener "instituciones sanas" que sean capaces de afrontarla.
En este sentido, ha defendido que en España hay una Policía que, a pesar de "casos puntuales", "como institución combate la corrupción con todas las armas del Estado de Derecho" y un "Estado de Derecho que funciona" e investiga y juzga los casos de corrupción.