Coto critica el "asedio" del PSOE a Oviedo en todos los frentes y que el Ayuntamiento "se desentienda"

OVIEDO, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Oviedo, Cristina Coto, ha cargado este martes contra el PSOE por su "asedio a Oviedo en todos los frentes, pues no sólo no nos dan lo que nos corresponden sino que hasta nos quitan lo que ya tenemos, como acaba de suceder con la Escuela de Minas".

"Esta política -prosigue Coto- alcanza también a la educación. Que las zonas de expansión de Oviedo lleven lustros reclamando más espacio para sus institutos es vergonzoso, un ejemplo más del abandono socialista hacia Oviedo".

Ante esta situación, desde Vox no entienden "que el Ayuntamiento sólo se desentienda, peor aún, que vote en contra de todas nuestras mociones pidiéndole dirigirse al Gobierno de Asturias para exigir lo que en justicia nos corresponde", señala Coto, por lo que pide al alcalde, Alfredo Canteli, que se implique personalmente y con firmeza. "Ya estuvo bien de contarnos la 'magnífica' relación que tiene con el Principado y de la que no nace ningún fruto, y ante lo que el alcalde debe implicarse de manera firme", apunta Coto.

A modo de exposición de la situación en la capital, la concejal de Vox ha recordado que "en La Florida las obras parecen estar paradas y los barracones de La Corredoria, parecen haber venido para quedarse, como parche tercermundista del presidente de Asturias Adrián Barbón para con Oviedo".

"Ahora añadimos Ventanielles, con falta de espacio y de profesores mientras el bipartito de PP y Ciudadanos vota en contra de todas nuestras mociones en las que pedimos al Ayuntamiento que se dirija con urgencia al Gobierno de Asturias, pues a su juicio la relación entre ambas administraciones es magnífica".

"Los años de comisiones socialistas para estudiar el reto demográfico han sido tan exitosas que acabamos de bajar del millón de habitantes. En Oviedo tenemos un buen ejemplo de dejación en materia de servicios básicos, una de las causas que expulsa población", concluye Cristina Coto.