Hay otras seis personas investigadas por los mismos hechos, que causaron 43.000 euros en daños
GIJÓN, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Efectivos de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón han procedido a la detención de ocho personas, y a la toma de declaración en calidad de investigados de otras seis, como supuestos autores de desórdenes públicos, daños, coacciones, contra la seguridad vial y asociación ilícita, hechos relacionados con la huelga indefinida iniciada el 5 de octubre de 2020 que afectaba a la empresa Alsa.
En el transcurso de la huelga, que duró 11 días, se llevaron a cabo un total de 60 sabotajes en los autocares de la citada empresa, que provocaron daños superiores a 43.000 euros, además de resultar una persona lesionada, según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa
Entre estas acciones de sabotaje, está el lanzamiento de objetos
contundentes a los autobuses mientras que circulaban con usuarios a
bordo, menores de edad en algunos casos, convirtiendo estos actos en
peligrosos para el conductor y usuarios de los mismos, según la Guardia Civil.
Desde la Comandancia se ha señalado que la investigación de estos hechos, enmarcada en la operación 'Halmazón', ha sido "larga y compleja", al tomar los autores de los hechos numerosas precauciones para no ser identificados. Asimismo, su conocimiento de las rutas y lugares favorables para llevar a cabo sus acciones, posibilitaron la consecución de sus objetivos sin ser reconocidos en un primer momento.
La Guardia Civil ha empleado, entre otras cosas, métodos de análisis de información tales como datos de sistemas de control de tráfico de la DGT, muestras de objetos empleados en los sabotajes, y tomas de declaración a los testigos presenciales.
En este sentido, han remarcado que el gran volumen de datos adquiridos sobre los investigados permitió establecer convergencias entre su presencia en la zona de varios sabotajes, además de concluir que se trataba de un grupo de personas organizado y coordinado, con la intención de presionar a la empresa a ceder en las reclamaciones que dieron origen a la huelga.
Estos sabotajes ocasionaron unas pérdidas "cuantiosas", ya que además de tener que reparar los daños ocasionados en los autobuses (lunas rotas en la mayoría de las ocasiones), también obligaba a la empresa a tener los vehículos parados y a reponer la línea afectada con otros para poder completar la ruta. Los daños se estiman en 43.000 euros. Las investigaciones afectaron a varios partidos judiciales de Asturias.