La Comisión Europea ha elegido Asturias como sitio de referencia por su compromiso con el envejecimiento activo y saludable
GIJÓN, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los doce municipios del occidente que participan en el programa de envejecimiento activo del Principado Rompiendo distancias --Boal, Castropol, Grandas de Salime, Illano, Pesoz, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, San Tirso de Abres, Taramundi, Vegadeo, Villanueva de Oscos y Valdés-- serán los primeros de Asturias en ser declarados concejos amigables con las personas mayores por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, protagonizarán la primera experiencia de concejos agrupados de la zona rural de toda España comprometida con esta acreditación. Así lo ha anunciado este jueves en Gijón la consejera de Servicios Sociales, Pilar Varela, en rueda de prensa en el Pabellón de Asturias en la 60 Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma), en el recinto ferial gijonés 'Luis Adaro', junto a los alcaldes de cinco de los citados concejos.
El proyecto Ciudades Amigas de las Personas Mayores nació en 2005 en la sesión inaugural del XVIII Congreso Mundial sobre Gerontología en Río de Janeiro y actualmente está implantado en 33 países. En España están adheridas 70 ciudades y municipios de los que solo uno en Canarias es un pequeño territorio rural.
Varela ha animado al resto de municipios asturianos a sumarse a este reto. El objetivo de estos concejos, que tienen en común el carácter rural, la población dispersa y una alta tasa de envejecimiento (el 29% de los habitantes tiene más de 65 años), es avanzar en la participación plena y activa de las personas mayores.
Para ello, se comprometen con la OMS a analizar y evaluar el trabajo que desarrollan en distintas áreas (espacios al aire libre y edificios, transporte, vivienda, participación y sensibilización social, respeto e inclusión social, trabajo y participación ciudadana, comunicación e información, y apoyo de la comunidad de servicios sociales y de salud) y proponer un plan de actuación a largo plazo, siempre contando con la participación social, tanto de los mayores como del resto de la sociedad.
En Asturias se implantó en el año 2000, como propuesta del Gobierno regional para fomentar la participación de los mayores y evitar la dependencia en zonas donde la dispersión poblacional podría favorecer el aislamiento o la soledad. El primer concejo de la zona en sumarse al proyecto fue Taramundi y progresivamente se fueron adhiriendo los demás.
En 2015, un total de 1.224 personas de estos municipios participaron en las actividades y servicios del programa, y 784 recibieron prestaciones de ayuda a domicilio y teleasistencia. Asimismo, más de 40 profesionales trabajaron en los distintos aspectos del plan (transporte, pedicura, fisioterapia, psicología, monitores de tiempo libre, monitores de gimnasia etcétera).
La inversión en estas políticas en los doce concejos (sumando el programa Rompiendo distancias, las políticas de envejecimiento activo, los centros rurales agrupados, la ayuda a domicilio, la teleasistencia y demás apoyos incluidos en el plan concertado) ascendió a 2.492.173 euros.
Según Varela, el proyecto Rompiendo Distancias "fija población y facilita que las personas envejezcan como desean, que es en su casa, en su entorno más cercano, además de generar empleo y riqueza en la zona".
Ha destacado, igualmente, que ha sido uno de los elementos valorados por la Comisión Europea para declarar Asturias sitio de referencia (reference site) de envejecimiento activo, como se anunció el pasado mes de julio.
El Principado se ha presentado por primera vez este año con una candidatura integrada por las administraciones autonómica y local, junto con representantes del tejido investigador, empresarial y social, en la que participan las consejerías de Presidencia y Participación Ciudadana y Servicios y Derechos Sociales, los ayuntamientos de Gijón, Oviedo y Avilés, los centros tecnológicos CTIC y Prodintec, el cluster de Biomedicina y Salud de la Universidad de Oviedo, la Fundación Instituto Oftalmológico Fernández Vega, el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) y Cruz Roja Asturias.