Incendio urbano en Siero
SEPA


OVIEDO/MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un par de personas perdieron la vida a causa de incendios o explosiones durante el año 2015 en el Principado, con lo que ésta fue la tercera autonomía con menos víctimas por estas razones en ese año tras Navarra y La Rioja que no tuvieron ningún fallecido.

En total, 143 personas perdieron la vida en 2015 a consecuencia de incendios o explosiones, lo que representa un 60 por ciento menos que en los últimos 35 años y un 11 por ciento menos que el año anterior, según un informe presentado este jueves por la Fundación Mapfre en colaboración con la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos.

El estudio 'Víctimas de incendios en España 2015' señala que los meses de mayor frío del año producen 7 de cada 10 fallecidos en viviendas y que las comunidades autónomas con mayor incidencia son Cataluña, Extremadura y Castilla-La Mancha. En cuanto a la franja de edad más afectada son los mayores de 65 los que suponen más de la mitad de las víctimas mortales frente a la "importante" reducción del número de víctimas entre hombres y menores de 14 años.

El informe refleja los datos desde 1980 hasta 2010 representados cada cinco años, de acuerdo a lo reflejado por el Instituto Nacional de Estadística y, a partir de ahí los datos son anuales y propios de Mapfre.

Los datos reflejan que frente a los 351 fallecidos en 1980, en 2015 murieron por esta causa 143 personas, un 60 por ciento menos en un país, España, cuya población ha aumentado en 9 millones de habitantes en ese periodo. Así, se ha pasado de 9,3 en 1980 a 3 víctimas mortales por millón de habitantes en el 2015.

En comparación con otros países, España tiene un ratio de 3,07 fallecidos por cada millón de habitantes (0,3 por 100.000 habitantes), una cifra que comparada con otros países sitúa a la nación como el quinto país del mundo con menor ratio de fallecidos por incendios según datos de 'World Fire Statistics'.

La tendencia desde 2010 es también descendente ya que entre esa fecha y 2015 hay 49 fallecidos menos, es decir, un fallecido menos por cada millón de habitantes (el ratio pasa concretamente de 4,07 en el 2010 a 3,07 en el 2015).

El completo informe refleja también que desde 2005, cuando hubo 227 víctimas, hasta 2013 con 132 fallecidos se mantuvo el "descenso continuado" hasta que en 2014 volvieron aumentaron un 22,7 por ciento más que el año anterior. Sin embargo, 2015 ha vuelto a mostrar un descenso, con el 11,7 por ciento menos de muerto.

Con estos datos, la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos y la Fundación Mapfre consideran que no se podrán solventar estas muertes si no se añaden medidas preventivas de carácter general además de otras específicas para los sectores más críticos.

Por ello, realizan campañas de concienciación y educación de los colectivos más influenciables y a la población en general para que se tome conciencia de la gravedad de estos accidentes, sobre cómo se pueden prevenir y en su caso cómo responder adecuadamente ante un incendio.

El informe refleja que la medida más importante a adoptar sería lograr que "todas" las viviendas y locales habitables dispongan de detectores de incendios, algo que ya es una realidad en otros países europeos.

Por otro lado, el informe refleja que el número de fallecidos entre los niños de 0 a 14 años ha pasado de 14 en 2014, que representan el 8,6 por ciento del total de fallecidos, a 6 víctimas mortales en la franja de edad en 2015, lo que supone un 4,2 por ciento menos.

Los hombres son el colectivo que ha experimentado un "gran" descenso de víctimas mortales, ya que ha pasado de 102 en 2014 a 78 en 2015, un 24 por ciento menos, al contrario que las mujeres, que en el último lustro han pasado de las 50 víctimas de 2011 hasta 65 en 2015.

Por franja de edad, los mayores de 70 son los más afectados y a partir de los 65 aumenta la gran vulnerabilidad de fallecer por incendio. Entre las causas el informe apunta que en estas edades hay muchas personas que viven solas y con limitaciones que impiden controlar determinadas situaciones que comportan riesgos.

El estudio ve con preocupación que 79 fallecidos, un 55,2 por ciento del total tenía más de 64 años, y el resto, 57 eran de todas las demás edades, por lo que observa que es fundamental organizar campañas de prevención dirigidas en las personas que se van acercando a esta edad.

En cuanto a los meses con mayor incidencia, advierte que hay una relación inversa entre los extremos en la temperatura observada y el número de víctimas, de modo que diciembre y enero son los que más fallecidos computan, seguidos por noviembre, febrero y marzo, lo que demuestra la "correlación evidente" de estos factores.

De hecho, en enero, febrero y marzo de 2015 fallecieron 65 personas, aunque la cifra es un 7 por ciento mejor que en ese mismo periodo de 2014. Enero del 2015 fue más frío de lo normal con una temperatura media mensual promediada en España de 6,9 grados centígrados y es el mes con peores datos, 28 fallecidos.

CCAA

Por último, en cuanto a la distribución autonómica de las víctimas por incendios o explosiones en 2015, el informe precisa que Cataluña, con 29 fallecidos es la primera, seguida por Andalucía, 21 muertos y Comunidad Valenciana, con 10 víctimas.

En el índice de muertes en viviendas por millón de habitantes, las comunidades con mayor siniestralidad en 2015 fueron Cataluña, con un índice de 3,8 víctimas mortales por millón de habitantes, seguida de Extremadura (3,66), Castilla La Mancha (3,40) y País Vasco (3,20).

Por el contrario, las que menos víctimas mortales tuvieron por millón de habitantes en 2015 fueron, Navarra y La Rioja (un año más sin víctimas mortales), Castilla y León (con 0,81), Canarias (con 0,95) y Comunidad de Madrid (con 1,40).

Islas Baleares, Murcia y el Principado de Asturias, que en 2014 fueron las comunidades autónomas más afectadas de toda España, mientras que este año han reducido a la mitad las víctimas y se sitúan en los rangos medios de la tabla.

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