Ya había una "percepción negativa" de la evolución económica antes de la pandemia
OVIEDO, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una encuesta en la que han participado 232 economistas asturianos desvela que el índice de confianza en la economía asturiana se sitúa en el -43,79, en una escala que abarca de -100 a 100 puntos. Esta desconfianza se sustenta en la percepción de que la contracción económica derivada de la crisis sanitaria del coronavirus afectará en mayor medida a sectores "clave" para la economía como el comercio minorista, el turismo, la cultura y el deporte, que en su conjunto representan el 15% del Producto Interior Bruto (PIB).
Los economistas fueron preguntados por este aspecto antes y después del estado de alarma, entre el 10 de marzo y el 18 de mayo, con el resultado de un índice de confianza "postcovid" del -48,25%. Los datos del informe han sido presentados este viernes en rueda de prensa por el presidente del Colegio de Economistas de Asturias, Miguel de la Fuente, y el vicetesorero del Colegio y coordinador técnico del informe, Santiago Álvarez.
El II Económetro Asturias 2020, elaborado por el CEA, evidencia el "pesimismo" de los economistas asturianos respecto a su situación económica particular y la del Principado en su conjunto.
Las perspectivas son "especialmente negativas" en lo que se refiere a la generación de empleo en Asturias. Los datos recopilados evidencian un "rotundo empeoramiento" de las percepciones de los economistas, con un 91,3% de los encuestados que piensan que va a aumentar el desempleo frente al 49,7% que lo creía en 2019.
En lo que respecta a la situación económica de Asturias, un 86,2% de los economistas creen que la situación va a empeorar en el próximo año, influenciados por la crisis del COVID-19. En la situación previa al confinamiento un 24% de los economistas consideraba que la situación en Asturias había empeorado mucho respecto a 12 meses antes, y ese porcentaje ascendió hasta el 57% tras el estado de alarma. Santiago Álvarez ha resaltado, no obstante, que "incluso sin pandemia" ya existía una percepción negativa de la evolución económica de Asturias respecto al año pasado.
Sobre la gestión de la crisis sanitaria del coronavirus y sus efectos en la economía, el 62,4% de los colegiados opinan que la economía española está en peores circunstancias que en 2008 para afrontar esta crisis, y el 81,4% cree que no son adecuadas para paliar la destrucción de tejido empresarial que se augura.
A pesar de estos datos, el 55,2% de los encuestados cree que el impacto de la crisis de la COVID-19 será menor en Asturias que en otras regiones, frente a un 13,1% que piensa que será mayor.
En cuanto a la recuperación de la actividad económica a corto plazo, el 72,4% de los encuestados creen que no se va a revetir la situación en el corto plazo y solo un 1,8% creen que sí con seguridad.
Por otro lado, el 73,7% de los encuestados opinan que el presupuesto regional "no es adecuado" para las necesidades de la región, y un 54,7% opinan que existe una brecha de género entre las retribuciones de hombres y mujeres.
Los economistas fueron preguntados también por la evolución del sector industrial, aspecto en el que el 86,2% opinan que es un factor importante para el crecimiento de la economía de la región y la creación de empleo. Sobre el Brexit, otra de las preguntas, el 76,6% creen que tendrá un impacto "moderado" en Asturias.
EL INFORME
El 'Económetro' es un indicador de confianza socioeconómico cuyo objetivo es el análisis a corto plazo de temas estructurales y de actualidad.
Antes de la irrupción del coronavirus, el indicador estaba planteado para preguntar a los economistas sobre los presupuestos autonómicos de 2020, la brecha de género en retribuciones, el impacto del Brexit en la economía asturiana o la evolución del sector industrial.
A estas cuestiones se añadieron otras relacionadas con la COVID-19 y su impacto en la economía española, las políticas desarrolladas para paliar las consecuencias o las previsiones de recuperación.
Los 232 participantes suponen el 13,7 del total del colectivo en Asturias, siendo un 65,5% hombres y un 34,5% mujeres. La mayoría de los participantes --un 56%-- tienen entre 45 y 60 años y el 40,5% están en activo en el sector privado.