OVIEDO, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El eurodiputado socialista francés y miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, Edouard Martin, ha defendido este martes en Oviedo su propuesta de crear la "Unión Europea de la Energía" y defender el modelo industrial europeo en el ámbito internacional por su alto nivel de cualificación, su inversión en innovación y su respeto por el medio ambiente.
Asimismo, entiende que desde la Unión Europea debería haber más voluntad política para unificar criterios energéticos, sociales, fiscales y medioambientales e imponer ese modelo a otros países, como se hace actualmente en el plano de la seguridad tanto de vehículos como de material eléctrico y electrónico.
"Los 28 países tienen que aceptar construir la 'Unión Europea de la Energía' para garantizar la competitividad", ha dicho en rueda de prensa en relación con la tarifa eléctrica, lamentando que "falta el espíritu de solidaridad que fue la base de la unión".
Así lo ha dicho en compañía del secretario general de MCA-UGT de Asturias, Eduardo Donaire y del secretario general de CCOO de Industria de Asturias, Damián Manzano, junto a quienes ha mantenido una reunión con representantes sindicales en las principales empresas industriales implantadas en Principado como ArcelorMittal, ThyssenKrupp, AZSA o Alcoa.
El encuentro se enmarca dentro de las visitas que el eurodiputado está realizando por diez países para conocer de primera mano, a través de empresas, sindicatos y políticos locales, la realidad de las regiones más industrializadas de la Unión Europea, como Asturias.
El propósito es, una vez conseguido este pasado noviembre el apoyo del grupo de los socialistas europeos, elaborar un informe sobre la importancia de la industria en el desarrollo económico, social y medioambiental de Europa.
El documento se votará en octubre en el Parlamento Europeo. De salir adelante, se llevará ante la Comisión Europea para que se tramiten las leyes que permitan una "protección inteligente" de la industria europea.
El eurodiputado y exsindicalista, vinculado como trabajador al sector del acero durante 32 años, sostiene que la Unión Europea debe regular la actividad industrial ya que "no sólo genera productos sino que ofrece riqueza a empresas y los territorios en los que se instala". "La crisis ha evidenciado que los países que mejor resisten son aquellos con más presencia de la industria y los más perjudicados son los que dejaron de lado este sector", ha recordado, poniendo como ejemplo de potencia industrial a Alemania.
De este modo, entiende que la Unión Europea debe reaccionar ante aquellas multinacionales que cierran fábricas en países europeos buscando una mayor competitividad en países emergentes, sin garantías sociales ni medioambientales, y luego pretenden vender esa producción a la Unión Europea.
"La idea no es prohibir la entrada en la UE de productos fabricados en China, sino establecer fórmulas de ajuste para defender el modelo productivo europeo", explicó, recordando que mientras producir una tonelada de acero en Europa genera dos toneladas de CO2, hacerlo en China genera tres toneladas de CO2.
Con todo, se ha mostrado de acuerdo con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cuando afirmó que esta es "la Unión Europea de la última oportunidad", advirtiendo el peligro que eso supondría: "Si no reaccionamos, la industria europea y la propia UE se quedarán como un recuerdo".