OVIEDO 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa) ha comenzado la instalación de nuevas tapas, con boca de gran tamaño, en los 1.400 contenedores marrones de recogida de residuos orgánicos del casco urbano, en los que también se lleva a cabo una puesta a punto de las cerraduras.
Esta actuación, con un presupuesto de 465.900 euros, cuenta con financiación europea a través de los fondos NextGenerationEU del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y se realizará durante tres meses.
La iniciativa responde a las peticiones y quejas de la ciudadanía sobre el inconveniente de tener que tocar la tapa y, a su vez, a la necesidad de reactivar el control de acceso mediante la Tarjeta Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón, tras un periodo de prueba en el que las cerraduras estuvieron desactivadas.
Durante dicho periodo se observó un aumento considerable de residuos impropios en los contenedores de orgánica, pasando de apenas un 10% a superar el 30%, lo que ha generado advertencias de Cogersa (Consorcio para la Gestión de Residuos en Asturias) sobre la posibilidad de penalizar económicamente el tratamiento de residuos orgánicos, hasta ahora gratuito, alcanzando los 80 euros por tonelada.
Según ha informado el Ayuntamiento de Gijón, la correcta separación de los residuos orgánicos es fundamental para mejorar la tasa de reciclaje de Gijón, que actualmente se sitúa en un 36,2%, lejos de los objetivos exigidos por la Unión Europea. La falta de cumplimiento previsiblemente acarreará sanciones a la ciudad, con multas que podrían alcanzar el millón de euros anuales si, a partir de 2025, no se alcanza el 55% de reciclaje requerido para ese año.
Según datos recientes de Emulsa, en lo que va de año se han recogido 3.939 toneladas de residuos orgánicos para su reciclaje en compost y electricidad, un incremento del 8,42% (incluidos los impropios) con respecto a las 3.633 toneladas recogidas en el mismo periodo del año pasado.