Un grupo de 35 cineastas apoyan la oficialidad y recuerdan el desarrollo económico que supuso en otras CCAA

OVIEDO 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de 35 cineastas asturianos ha presentado esta lunes un manifiesto a favor de la oficialidad del asturiano y del gallego-asturiano donde recuerdan que el reconocimiento de este marco legal va parejo al desarrollo económico y social de un territorio como ha pasado en comunidades vecinas como Galicia, Valencia, Islas Baleares, País Vasco o Cataluña.

En ese sentido, destacan que estos territorios vienen desenvolviendo una producción cinematográfica de mucha calidad en los idiomas propios y asentando en espacios internacionales de prestigio a su comunidad cultural.

Entre los firmantes del manifiesto está el guionista y director Sergio G. Sánchez, ganador de un premio Goya, acompañado de nombres como José Antonio Quiros, Gonzalo Tapia, Luis Trapuello, Luis Argeo, Teresa Marcos, Tito Montero, Ángeles Muñiz o Diego Llorente.

Entre el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía, los firmantes recuerdan el "riesgo evidente de desaparición" del asturiano, que supondría "una pérdida descomunal para el futuro de la sociedad asturiana".

Además, destacan que un idioma es una de las herramientas más claras que tiene el cine para mostrar su pertenencia a una comunidad cultural concreta. "Las lenguas propias de Asturias nos ayuden en nuestro trabajo creativo a conseguir un retrato más exacto del país en nuestras películas, a localizar una definición contemporánea de la identidad colectiva de los asturianos", han afirmado.

Por eso, reclaman la oficialidad para reconocer los derechos de las personas que quieren usar el asturiano, pero también como cineastas, porque "la falta de oficialidad nos pone en situación de desventaja a la hora de buscar financiación para nuestras películas fuera del territorio". Así, reclaman a las fuerzas políticas con representación parlamentaria, sobre todo a PP y Foro Asturias, a que se sumen a la reclamación de la oficialidad para "dar solución a esta anomalía legal que la sociedad asturiana lleva años soportando".