La empresa pública destinará entre 65 y 70 millones de euros en tres años a abrirse a nuevas líneas de negocio
GIJÓN, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Hunosa, Gregorio Rabanal, ha destacado este viernes en Gijón la apuesta de la empresa pública por negocios de futuro, no solo basados en la energía, como es el antiguo lavadero de carbones de Batán (Mieres).
Un lavadero que ahora se dedica a carbones de importación de alta calidad para el mercado metalúrgico, que sigue siendo "pujante", y por el que han pasado unas 30.000 toneladas en dos meses y medio.
Así lo ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación antes de celebrar el Día de Hunosa en el marco de la 63 Feria Internacional de Muestras de Asturias, en el recinto ferial gijonés 'Luis Adaro',
Según Rabanal, se espera que acabe el trimestre con cerca de 75.000 toneladas y que a final de año se pueda llegar a entre 150.000 o 200.000 toneladas.
"Está funcionando francamente bien", ha asegurado. Ha destacado, al tiempo, que se trata de un mercado "pujante", del que en España, ha asegurado que como este no hay ninguno y en Europa "pocos". Además, ha resaltado que este proyecto de futuro puede tener una vida más allá de los pozos.
Todo ello, así como el resto de proyectos, forman parte de un plan de empresa para el que se destinarán entre 65 y 70 millones de euros para los próximos tres años y una reducción de trabajadores de 750 a 450 empleos de plantilla estable.
Se espera, según él, que en 2023 quede una empresa centrada en actividades viables, más allá de la dedicada al mantenimiento de pozos cerrados.
OTROS PROYECTOS
Ha citado también al caso de la geotermia, a lo que resaltado que es el único circuito de calor basado en geotermia en España y uno de los pocos de Europa.
También están estudiando un convenio de colaboración con Duro Felguera de biomasa. A esto ha sumado el posible desarrollo de una línea de energía eólica y otra de microhidráulica, basada en el agua de las minas y otros de ámbito medioambiental.
Unido a ello, ha aludido a la actividad turística, como pueda ser las visitas al pozo Sotón, pero también a la brigada de salvamento que, según él, no puede desaparecer con el carbón sino al contrario, dado su especialidad y experiencia "en rescates subterráneos y atmósferas irrespirables", ha recalcado.
También ha citado el "enorme" patrimonio industrial que posee Hunosa, que quieren ponerlo en uso y que genere actividad económica. Ha reconocido, eso sí, que por la crisis la demanda de suelo industrial cayó "mucho". "Es cuestión de tiempo", ha apuntado, no obstante.
Preguntado por la central de Pereda, ha defendido que la normativa ambiental europea la cumple desde el día de su inauguración, hace 25 años. Eso sí, ha aclarado que en los próximos dos años hay que estudiar la modificación de sus calderas necesarias para abandonar los combustibles fósiles.
En cuanto a la plantilla, ha señalado que el plan de empresa prevé esas 450 personas de plantilla estable, pero sobre posibilidades de crecimiento posteriores habrá que esperar a que pasen estos tres años y estudiarlo en función de las líneas de negocio.