Actualizado: viernes, 26 mayo 2017 14:55

OVIEDO 26 May. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, con el informe favorable de la Fiscalía del Principado de Asturias, ha denegado la suspensión de condena y ordenado el ingreso en prisión de un condenado a 9 meses de cárcel por maltratar de forma "cruel y despiadada" a un ternero, al que hubo que sacrificar en julio de 2015 para evitarle un sufrimiento innecesario, ya que, dado el estado en que se encontraba, estaba abocado a una muerte segura.

El hombre, que tras recibir el mandamiento del Juzgado ingresó en el Centro Penitenciario de Asturias de forma voluntaria (en caso contrario hubiera sido detenido y trasladado a prisión), tiene una condena anterior, del mes de abril de 2016, por hechos similares ocurridos en septiembre de 2013 (en aquella ocasión, un ternero de su propiedad fue hallado muerto a causa de enfermedad provocada o agravada por la situación de abandono en que estaba).

El Ministerio Fiscal se había opuesto a la suspensión de condena, dado el comportamiento reincidente del condenado. Se trata del primer condenado por maltrato animal en Asturias que ingresa en prisión.

El auto del Juzgado destaca la extrema crueldad de su conducta, en la que no aprecia el más mínimo arrepentimiento con respecto a los hechos de la condena anterior, ni voluntad de reinserción social. En la primera sentencia sí se le concedió la suspensión de condena, pese a lo cual continuó cometiendo hechos de similares características.

Para la magistrada, la gravedad del hecho, la reiteración con escaso margen temporal (con respecto a la primera sentencia) y la crueldad que encierra el comportamiento del condenado no merecen la concesión de suspensión alguna de la pena, ni siquiera condicionada al pago de una multa.

Los hechos de desembocaron en la segunda condena ocurrieron en el mes de julio de 2015, cuando el hombre tenía un ternero en una finca de Ablanera, en Llanera. Por causas que se desconocen, dejó de atenderlo, pese a encontrarse inválido de sus patas traseras, lo que le impedía incorporarse y desplazarse. No avisó a ningún veterinario ni le dio agua ni comida para su sustento mínimo adecuado, dejándolo tirado en mitad de la finca al sol (con temperaturas que alcanzaban los 28 grados) y a la intemperie.

Esto provocó en el animal una grave agravación física, de forma que, el 17 de julio, tras una inspección veterinaria a instancias del Seprona, tuvo que ser sacrificado para evitarle más sufrimientos innecesarios.

El hombre fue condenado a 9 meses de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena e inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio con animales, o tenencia de animales, durante 3 años, junto con el pago de las costas procesales.

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