MADRID 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
La escritora Isabel Bono, premio Café Gijón 2016 por 'Una casa en Bleturge' (Siruela), aborda los problemas de familia en la sociedad actual, un "tabú" que para la autora tiene su origen en que "nos echan a vivir con personas a las que hay que querer por narices, y a veces te llevas muy mal".
La pérdida de un hijo lleva a un matrimonio a agarrarse a la cotidianeidad para no romperse. No obstante, esta actitud introspectiva supone el abandono e incluso el rechazo de su otra hija, una situación que lleva a la madre a imaginar un lugar para salvarse y que le sirva de refugio: Bleturge.
"Bleturge es un refugio aunque sea un descampado, porque si tú te sientes triste te puedes acompañar con un paisaje o algo que también sea triste y sentirte mejor", ha explicado la autora, tras señalar que esta idea le surgió de un amigo también escritor que tenía un blog.
Bono ha definido esta novela como "un libro con una historia pequeña" en el que las acciones del día a día y la convivencia familiar conforman "el paisaje". "La familia es un hilo inagotable, y es verdad que ya lo dijeron todo Shakespeare o Dostoievski, pero yo también quiero aportar mi mirada", ha reconocido.
Ésta es la primera novela de Bono, quien no obstante reconoce que "esperará a la segunda" para denominarse escritora. De hecho, su modo de trabajo para este libro ha sido diferente al habitual de los novelistas, con un estilo fragmentario y construyendo personajes a raíz de pequeñas conversaciones captadas en la calle.
UNA ESCRITURA "CAÓTICA"
"Ha sido caótica, empecé con fragmentos sueltos que iba escribiendo y luego tenía que encajarlos. Los tenía puestos en la cama e intentaba conseguir esa cohesión, como si fuera un 'patchwork', pero mi mayor miedo era que no encajaran: no quería que fuera a salto de mata. Aún así, todavía no me atrevo a llamarlo novela", ha apuntado.
Bono admite que no es muy partidaria de las nuevas tecnologías, que cree que "aplastan la imaginación". "Otros dicen que no es así, que la fomentan, pero para mí solo establece más conexiones, mientras nosotros inventábamos de verdad. No quiero ni Internet en el móvil, Facebook es una tiranía y la nueva caverna de Platón: los amigos no son esas fotos", ha criticado.
Por ello, ha hecho una defensa incondicional del libro y la lectura. "Creo que en estos tiempos se está confundiendo la cultura con el entretenimiento. Sin el entretenimiento somos más aburridos, pero sin la cultura somos bárbaros. De hecho, estos que matan a mujeres no han leído un libro en su vida", ha lamentado.
ELOGIOS DEL JURADO
Bono ha presentado la novela acompañado por dos de los escritores que eligieron su obra para el premio, José María Guelbenzu y Mercedes Monmany. Ambos han defendido la escritura "poética" de Bono y, para Gulebenzu, la frgamentación de la obra es un "acierto, aunque podría haber sido peligroso". "Este tipo de estructuras se dispersan al menor descuido", ha apuntado.
"Es una escritura limpia y poética, en la que se manejan temas dolorosos e intocables. En la familia hay tabús que se suelen mantener, como el del cariño a pesar de las grandes disputas. En realidad, esta novela habla del pozo profundo que es la soledad", ha concluido Monmany.
En esta edición se ha repetido el jurado de la edición anterior, compuesto por Mercedes Monmany, Antonio Colinas, Marcos Giralt Torrente, José María Guelbenzu y Rosa Regás, ésta última en calidad de presidenta. Actuando como secretaria ha estado Patricia Menéndez Benavente.
El jurado destacó de la obra "no solo la indudable calidad literaria", sino también el carácter "sumamente original y exigente" de 'Una casa en Bleturge'.