OVIEDO 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA)-PSOE, Javier Fernández, ha pronunciado este viernes el que probablemente será su último discurso con ese cargo, dado que lo ha hecho en el Congreso en el que se va a proclamar al 'sanchista' Adrián Barbón nuevo líder de los socialistas asturianos. En su intervención, Javier Fernández, ha dicho que se va "sin amargura", a pesar de lo ocurrido el último año.
Con esa alusión, Javier Fernández se ha referido a la crisis que vivió su partido, con unas primarias a nivel nacional en las que él jugó un papel importante, al ocupar durante meses el cargo de presidente de la gestora del PSOE.
"Lo que no quiero tener con todo lo que ha pasado este último año es amargura, porque no sería leal con mis recuerdos", ha dicho el presidente asturiano en un discurso que ha pronunciado sin leer papeles. "El PSOE no me debe nada, yo le debo todo", ha dicho.
A pesar de que es frecuente en sus discursos alusiones a la situación en Cataluña, Javier Fernández no ha hecho ninguna en este discurso, en clave personal y con el que ha querido transmitir a los presentes algunas enseñanzas de su paso por la política. Lleva ocupando la secretaría general de la FSA-PSOE desde hace 17 años.
"Si tuviera que dar un consejo diría que, aunque vayas muy sobrado por la vida, cuando navegas por los mares de la política, siempre hay un iceberg silencioso, invisible, esperándote", ha comentado. Ha añadido que aprendió rápido que en la política no se elige entre el bien y el mal, sino entre lo preferible y lo detestable.
Ha dicho que no está mal fomentar la esperanza, pero sabiendo que "es enemiga de utopismos, de certezas irrompibles o de la magia como solución". Las esperanzas de hoy pueden convertirse en las decepciones del mañana, ha advertido.
Ha comentado que nunca tuvo miedo, ni cuando ganó ni cuando perdió, que nunca tuvo "pasión por mandar", y ha dado cuenta de la "desazón" que sintió cuando detectó la formación de "bandos" en el partido. A Adrián Barbón, su sucesor en el cargo, le ha mostrado "respeto".