OVIEDO 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Principado, Javier Fernández, ha insistido este jueves en la necesidad de un pacto de Estado por la energía "por el imperativo de disponer de una energía más respetuosa con el medio ambiente en todas sus fases y por la necesidad de incorporar a nuestra matriz energética el cambio asociado a la aparición de tecnologías más limpias con costes cada vez más competitivos".
Fernández ha realizado estas manifestaciones durante su intervención en la jornada 'La transición hacia un modelo energético más sostenible', organizada por el Club Español de la Energía en el Auditorio de la Fundación Liberbank, en Oviedo.
El jefe del ejecutivo asturiano afirma que "existirán grupos más o menos poderosos, con intereses más o menos razonables, que intentarán retrasar esta transformación, pero ésa es una resistencia con fecha de caducidad. Hoy la dificultad no está en anunciar el cambio, sino en encauzarlo, en orientarlo del modo más favorable. Ahí está nuestra responsabilidad".
Respecto a la transición hacia un modelo energético más sostenible, Fernández sostiene que ésta "pasa por la comprensión y el dominio del recibo de la luz". "El mundo energético es un arcano para la ciudadanía. Incluye conceptos y unidades de medida de la física, cálculos matemáticos y todos los velos de oscuridad que exige cualquier jerga que se precie", por ello, el presidente del Principado aboga porque "la ciudadanía entienda qué paga, por qué lo paga y qué puede hacer para contribuir, en su medida, a frenar la emisión de gases de efecto invernadero".
"Los representantes públicos y empresariales tenemos mucha faena pendiente para alcanzar ese objetivo. Uno de nuestros deberes pasa por conseguir que la energía deje de ser un territorio de comprensión vedada para los consumidores, donde lo único que cuenta es el precio de la factura", apunta Fernández.
En este sentido, Fernández asegura que el modelo no podrá cambiarse satisfactoriamente si no se aplica una adecuada política fiscal que, entre otras cosas, considere que en España los combustibles líquidos fósiles -petróleo y gas- , a pesar de tener un precio superior en refinería que en la mayoría de los países de nuestro entorno, soportan una carga tributaria menor, mientras que la energía eléctrica incorpora a sus costes el correspondiente a la descarbonización que, al menos parcialmente, debería ser repercutido al conjunto del sector energético.
"Es decir, debería plantearse si una parte de la carga que supone el apoyo a los renovables no habría de compartirla también el sector de los combustibles líquidos fósiles", añade.
Y concluye asegurando que "la búsqueda de ese modelo satisfactorio incluye también la tarifa industrial, menos competitiva en España que en los países europeos de referencia".