Llamazares llama al PSOE a una 'mesa a tres' con IU y Podemos para contar en 2017 con unos presupuestos de izquierdas

GIJÓN 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

El diputado regional de IU en Asturias, Gaspar Llamazares, ha propuesto este miércoles en Gijón una negociación tripartita entre las fuerzas de izquierda que son mayoría en el Parlamento asturiano, a lo que ha conminado a "empezar a dialogar a tres", primero la política fiscal y, posteriormente, los presupuestos de 2017.

Así lo ha manifestado en rueda de prensa en el marco de la 60 Feria Internacional de Muestras de Asturias, en el recinto ferial gijonés 'Luis Adaro', acompañado del coordinador regional de IU en Asturias, Manuel González Orviz, el portavoz municipal de la coalición, Aurelio Martín, y la edil Ana Castaño.

Para ello, se hace necesario, a su juicio, voluntad de diálogo por parte de PSOE, Podemos e IU y, en el caso del primero, también liderazgo por ser quien ostenta el Gobierno regional. Una "mesa a tres" que, en el futuro, según él, dé lugar a un Gobierno de izquierdas e incluso compartido.

De no ser así, y si se opta por un modelo bilateral y de "desconfianza", ha advertido que parece que estemos condenados a una nueva prórroga presupuestaria. Frente a ello, ha apostado por sentar las bases para que haya un presupuesto de izquierdas en 2017 y para que haya una mayoría parlamentaria también de izquierdas. Ha reiterado, además, que el diálogo a dos bandas se ha visto que es "insuficiente y teñido de desconfianza".

Orviz, por su lado, ha avanzado que en Asturias IU será "exigente" con el cumplimiento de los acuerdos, al tiempo que ha visto necesario consolidar una mayoría de izquierdas y progreso que permita el desarrollo de políticas que favorezcan el crecimiento económico y que llegue al conjunto de la ciudadanía.

Por parte del portavoz municipal, Aurelio Martín, este ha apostado también por estudiar el próximo septiembre, mes en el que se llevará a cabo el Pleno del Debate del Municipio, alternativas de cambio en Gijón en lugar de resignarse a un Gobierno de Foro, cuya ejecución presupuestaria cada vez es menor y que lleva a un techo de gasto más bajo, lo que, a su vez, obliga a menores políticas de inversión y sociales.