En 2007 la pareja, que residía en Gijón, se separa y le dan la custodia al padre
LUGO/OVIEDO, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una familia de Ribadeo (Lugo) formada por una mujer, sus padres, dos hermanas y un cuñado, además de una abogada, se enfrentan a penas que suman 38 años de prisión pedidos por la Fiscalía por sustracción de menores y de 63 años por la acusación particular, ejercida por el padre, con el que actualmente viven sus hijos.
En concreto, la Fiscalía acusa a esta familia de sustracción de menores. Así, para la madre requieren cinco años, mientras que para el resto de los familiares, seis; y para una abogada de la familia, tres.
Por su parte, la acusación particular, que representa al padre, suma un delito más, el de abandono de familia, por lo que solicita hasta nueve años para cada uno de los siete procesados.
En 2007 la pareja, que residía en Gijón, se separa y le dan la custodia al padre. Dos años después el progenitor denuncia que no se respetan las órdenes de comunicación y estancias con los menores, aunque ahora uno de ellos ya es mayor de edad.
En septiembre de 2009 desaparecen y no son localizados hasta mayo de 2011 en Ribadeo, donde, según las acusaciones, "se mantuvieron ocultos con la finalidad de sustraerlos" y sin que los pequeños "estuvieran escolarizados, sin control médico" y a los que solo se dejaba salir de casa por las noches.
"MIEDO AL PADRE"
En el juicio, celebrado este miércoles en la Sala de lo Penal número 1 de Lugo, la madre sólo aceptó ser sometida al interrogatorio de su abogado y rechazó las preguntas de Fiscalía y acusación particular.
En su testimonio, la mujer ha subrayado en todo momento a que sus "hijos tenían miedo al padre" y ha asegurado que éste "los tenía abandonados".
El propio abogado de la acusación, Gabriel Sánchez, ha indicado antes de entrar en el juicio que los jóvenes viven ahora con su padre en Gijón, desde que fueron hallados en Ribadeo en mayo de 2011.