OVIEDO 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno del Principado, junto con la empresa Hunosa y la Universidad de Oviedo, pondrá en marcha laboratorios de vanguardia en antiguos pozos mineros. Uno de los proyectos singulares, que busca posicionar Asturias en la investigación espacial internacional, será un estudio sobre la habitabilidad de la Luna que se desarrollará en el pozo Santiago, en Aller.
El consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, Borja Sánchez; el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, y el presidente de Hunosa, Enrique Fernández, han presentado este martes algunos de los principales proyectos que se incluyen en un protocolo de colaboración a tres bandas, con el que se pretende pasar de la minería del carbón a la del conocimiento.
Así, entre las propuestas enmarcadas en el protocolo de actuación conjunta, que prevé la instalación de laboratorios subterráneos y equipamientos científicos de altas prestaciones en Mieres y Aller, se plantea para el Pozo Barredo y bocamina Mariana (Mieres) la cesión del pozo Barredo a Hunosa para instalar allí una planta de producción e investigación de hidrógeno verde.
Hunosa se compromete a realizar las labores de gestión y drenaje en la mina Mariana para el uso del agua en la producción de hidrógeno.
En el Pozo San Jorge (Aller) se contempla el proyecto para la instalación de un centro de proceso de datos en la sala de máquinas del pozo, que será la base de la 'nube asturiana'. Se trata de contar con una instalación singular que ofrezca soluciones tecnológicas, garantice la ciberseguridad y posibilite trabajar con inteligencia artificial, big data o el internet de las cosas (IoT) a la Administración. Para esta iniciativa, la Agencia Sekuens cuenta con un presupuesto de tres millones vinculados al Fondo de Transición Justa (FTJ).
Para el Pozo Santiago (Aller) el Principado plantea una actuación singular: un laboratorio subterráneo en las viejas galerías. El objetivo es abrir una línea de investigación disruptiva, relacionada con la industria espacial y centrada en la habitabilidad de la Luna, un ámbito en el que actualmente están despuntando proyectos en Estados Unidos y Europa.
El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, ha explicado que se trata de un laboratorio de desarrollo y prueba de tecnología para habitar la Luna.
El planteamiento es crear un equipamiento de altas prestaciones donde se pueda trabajar en condiciones especiales sobre nuevos materiales, impresión 3D, técnicas de fabricación, producción de energía, farmacología, etcétera.
El primer paso será la realización de un estudio de viabilidad del proyecto, con cargo al presupuesto de Sekuens, que fijará tanto el espacio que podrá usarse en el pozo como el equipamiento necesario.