OVIEDO 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de la Universidad de Oviedo ha demostrado la eficacia de un proyecto que combina tratamiento psicológico y actividad física para dejar de fumar. El trabajo, desarrollado por el Grupo de Conductas Adictivas de la Facultad de Psicología, combina la terapia con máximo nivel de evidencia en el abordaje del tabaquismo, la terapia cognitivo-conductual, con la programación de objetivos personalizados semanales para aumentar el nivel de actividad física.
Este grupo de investigación de la universidad asturiana ha tratado durante los últimos meses a más de 60 personas fumadoras. Los primeros resultados de los análisis realizados indican que más del 60% de las que han terminado el tratamiento han dejado el hábito completamente y que el 100% de las personas han reducido el número de cigarrillos, con una media de disminución de casi 11 cigarrillos diarios.
Los investigadores también han observado un incremento importante en la actividad física que realizan las personas que han participado en el estudio, lo que se ha visto reflejado en un aumento medio de más de 2000 pasos diarios y una disminución de casi una hora diaria del sedentarismo.
Otro hallazgo importante es que, al final del tratamiento, las personas refieren tener menos síntomas de ansiedad y depresión y, sobre todo, perciben una mayor capacidad para lidiar con las emociones negativas en su día a día. Para los investigadores, esto tiene una importancia vital ya que una de las barreras por las que los fumadores no quieren dejar el tabaco es el temor a encontrarse mal emocionalmente.