OVIEDO, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Salud del Principado de Asturias, Pablo Fernández Muñiz, ha advertido este lunes de que "bastantes" de los nuevos ingresos hospitalarios por COVID-19 en Asturias se dan entre personas que rondan los 50 años y no se vacunaron, ya sea porque rechazaron la vacunación o no pudieron por estar enfermas.
De este modo, el titular de Salud ha incidido en la importancia de la vacuna, animando a la población a vacunarse cuando reciban la llamada. "Que no lo duden y se vacunen", dice el consejero, para añadir que desde el Principado se están volcando en la vacunación porque saben que "ahí es donde está el remedio, realmente".
En declaraciones remitidas a los medios, con motivo de su asistencia a la presentación del prototipo de corsé en impresión 3D con tecnología de sensores para pacientes de escoliosis idiopática del adolescente, Pablo Fernández Muñiz ha apuntado que "está disminuyendo" la media de edad de los ingresos hospitalarios y que "llama la atención" que "bastante" de esos nuevos ingresados "no están vacunados".
De este modo, ha reiterado la importancia de la vacuna frente a la COVID-19, al tiempo que ha apelado a la responsabilidad y la prudencia para evitar perder "la perspectiva de riesgo". "La circulación y transmisión es una realidad, y está afectando a las personas menos protegidas", ha dicho.
EN UNA SEMANA COMENZARÁ A VACUNARSE A MENORES DE 30 AÑOS
Respecto al protocolo de vacunación, el consejero ha avanzado que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) está en "disposición" de comenzar la vacunación de la población por debajo de 30 años "no más allá de una semana".
En ese sentido ha explicado que actualmente se está vacunando al grupo de edad de 30 a 39 años, y la previsión es que "a lo largo de esta semana la gran mayoría de este grupo de edad ya puedan estar vacunada".
Por otra parte, ha insistido en que se trabaja para desburocratizar la labor asistencial de la Atención Primaria y en otros mecanismos que, junto con el cribado masivo de los menores de 30 años, contribuyan a reducir "la presión" sobre este servicio, al que además de la actividad habitual también llegan consultas por casos de coronavirus o solicitudes de baja laboral vinculadas.