El Principado trabaja con la Universidad para crear una asignatura específica y una Cátedra de Medicina de Familia y Comunitaria
OVIEDO, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
La gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), Concepción Saavedra, ha señalado este jueves que está planificado el verano para que todos los centros de salud y consultorios periféricos estén abiertos y se preparan refuerzos en zonas de especial afluencia turística.
Saavedra ha explicado que pese a la carencia de médicos de familia generalizada en España, en Asturias se ha conseguido que se queden 26 de los 32 residentes de la especialidad y se contará además con otros 10 profesionales de fuera de la comunidad.
"Hemos llevado a unos niveles de poder planificar un verano en el que va a estar todo abierto: centros de salud, consultorios periféricos, puntos de atención continuada. Exactamente igual que otros veranos", ha indicado, añadiendo que en zonas turísticas, como Arriondas o Gijón, se han planificado refuerzos.
La gerente del Sespa, además, ha indicado que las urgencias, tanto las hospitalarias como en Atención Primaria, se está volviendo a la "normalidad" de los niveles prepandémicos.
Así lo ha indicado en declaraciones a los medios antes de participar, junto al consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, en la jornada formativa sobre el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, una estrategia para un "nuevo enfoque" del servicio con 52 acciones y 115 propuestas concretas, y que cuenta con la cofinanciación del Ministerio de Sanidad.
Precisamente paliar la falta de profesionales en Atención Primaria y hacer más atractiva la especialidad es uno de los objetivos de la Consejería. Al respecto, su titular ha señalado que se está trabajando con la Universidad para una asignatura concreta y una Cátedra de Medicina de Familia y Comunitaria, así como para incentivar la investigación y la formación continuada de profesionales.
Por otra parte, el consejero se ha referido a la segunda dosis de la vacuna de recuerdo contra la COVID-19, para mayores de 80 años o personas con inmunodepresión, explicando que todavía los técnicos no han definido el momento de su administración, a la espera de la evolución epidémica.