OVIEDO, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los equipos de Biología y Veterinaria del acuario de Gijón, el de Sevilla y el Oceanográfic de Valencia han colaborado para soltar, este miércoles, treinta rayas mosaico en la playa gijonesa de Poniente.
Estas rayas, descendientes de progenitores procedentes del Cantábrico, se criaron satisfactoriamente en las instalaciones del Acuario de Sevilla, el Oceanogrfic de Valencia y el propio Bioparc Acuario de Gijón y, gracias a la colaboración conjunta vuelven al mar con el objetivo de reforzar la población en esta zona.
Después de valorar diferentes opciones se ha decidido realizar esta iniciativa y se han solicitado los permisos correspondientes que tienen que otorgar las autoridades autonómicas, según ha informado el Acuario de Gijón en nota de prensa. Los responsables de la operación han elegido esta zona, no solo por la cercanía al establecimiento gijonés, sino porque también permite que las rayas lleguen a una zona de características similares a las de su distribución geográfica.
Las rayas llegaron desde el Acuario de Sevilla y el Oceanogrfic de Valencia hace unos días al Bioparc Acuario de Gijón, donde fueron recibidas por los acuaristas, y allí estuvieron aclimatándose hasta estar listas. Por la mañana fueron trasladadas hasta el arenal de la playa de Poniente y aprovechando la marea fueron soltadas en el mar por los equipos de los tres centros.
Las rayas mosaico (Raja undulata) son peces cartilaginosos de agua salada que suelen habitar en las proximidades de la costa y en aguas poco profundas, aunque es posible contemplarlas mar adentro, nadando en el fondo marino. Tienen un tamaño de aproximadamente de 30-40 centímetros. Esta especie, aunque de momento es habitual en la naturaleza, se encuentra en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en la categoría de "casi amenazada (NT: Near Threatened)" por lo que, con esta suelta, se contribuye a proteger a una especie que cada día tiene más difícil su supervivencia, aunque todavía no se clasifica como vulnerable o en peligro, y evitar que cambie de categoría.
Los treinta ejemplares nacieron a partir de sendos grupos reproductores con origen en el Mar Cantábrico. Y se criaron en las instalaciones del Acuario de Sevilla y Oceanogrfic de Valencia.