OVIEDO 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de Oviedo impulsa un proyecto de investigación que busca aprovechar suelos degradados, contaminados o salinos para convertirlos en espacios aptos para el cultivo de especies vegetales como el chopo, el abedul, el sauce, el cáñamo o el miscanto. El proyecto, denominado pHYBi, está vinculado en Asturias al Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) de la Universidad de Oviedo, ubicado en el Campus de Mieres.
La iniciativa propone un enfoque de economía circular que combina la fitorremediación de suelos degradados, o incluso contaminados, con un proceso de generación de biomasa sostenible.
Esta biomasa está compuesta por residuos agrícolas, forestales y cultivos no comestibles y permite la producción de biocombustibles y bioproductos sin afectar a las tierras de cultivo. De esta manera, el proyecto se centra en aprovechar suelos degradados para desarrollar cultivos de distintas especies vegetales, aunque no aptos para la alimentación.
El director del Indurot, José Luis Rodríguez, ha explicado que estas especies se han elegido, por ser resistentes y poder crecer en condiciones difíciles, con un doble propósito.
Por un lado, ayudan a mejorar la calidad del suelo mediante fitorremediación, una tecnología de remediación ambiental en la que las plantas con la ayuda de los microorganismos del suelo absorben o inmovilizan contaminantes tales como metales pesados o compuestos orgánicos. Por otro lado, la biomasa generada puede aprovecharse como un recurso renovable para obtener fibras, pigmentos y otros materiales vegetales que pueden ser utilizados por la industria textil.
"Esto es relevante para la industria textil europea, que está buscando alternativas a textiles sintéticos y materiales derivados del petróleo, y tiene dificultades para obtener materias primas ya que en Europa alrededor del 80% de la superficie se utiliza para asentamientos, producción de alimentos, silvicultura e infraestructuras", ha destacado el director del Indurot, José Luis Rodríguez.
"El impacto esperado del proyecto también es importante específicamente para regiones como Asturias, donde abundan los terrenos degradados debido a la notable actividad industrial y minera desarrollada durante mucho tiempo", ha añadido.
La empresa española Idener, que asume la coordinación de pHYBi, acogió en octubre en Sevilla la reunión de inicio del proyecto a la que asistieron representantes de todo el consorcio, compuesto por 11 organizaciones de 5 países europeos (España, Alemania, Francia, Italia y Croacia).
pHYBi tendrá una duración de 4 años, durante los cuales los socios desarrollarán y probarán una serie de estrategias innovadoras enfocadas en cuatro objetivos principales: la investigación y monitoreo de sitios piloto para el cultivo de plantas que realicen procesos de fitorremediación; la optimización de las estrategias para la producción de biomasa de alto rendimiento en suelos no aptos para el cultivo de plantas agroalimentarias; el desarrollo de una herramienta virtual para simular el proceso en diferentes regiones de Europa; y la demostración de la viabilidad económica, social y ambiental de estas prácticas sostenibles.
La iniciativa está financiada con casi cinco millones de euros del programa Horizon Europa, de los que la Universidad de Oviedo recibirá algo más de 400.000 euros. José Luis Gallego será el investigador principal por parte de la Universidad de Oviedo, que presenta un equipo interdisciplinar encabezado por las profesoras Aida González y Ana Isabel Peláez, que incluye expertos y expertas en ámbitos como la fisiología vegetal, la microbiología, la botánica o la ingeniería ambiental.