SANTANDER, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sala Argenta del Palacio de Festivales acoge este jueves el concierto inaugural del XXI Encuentro de Música y Academia de Santander, a cargo de la Orquesta Sinfónica Freixenet del Encuentro, y bajo la batuta del director de orquesta cántabro Jaime Martín.
En la primera parte de la cita, que comenzará a las 20.30 horas, la orquesta interpretará la 'Sinfonía concertante para oboe, clarinete, fagot, trompa y orquesta en mi bemol mayor K 297b' de Mozart; mientras que en la segunda parte será el turno de la 'Sinfonía número 4 en sol mayor' de Mahler, con la solista soprano María Isabel Segarra.
Hora y media antes del concierto de inauguración del Encuentro se desarrollará en la Sala Pereda del Palacio de Festivales el taller divulgativo 'Disfruta la Música', impartido por Álvaro Guibert. El taller tiene entrada libre y en él se explicarán y acercarán al espectador mediante ejemplos y proyecciones las obras programadas en el concierto y se darán claves para su mejor apreciación.
El Encuentro de Santander ya comenzó el domingo pasado, 3 de julio con las Lecciones Magistrales de Orquesta del Maestro Jaime Martín en el Palacio de Festivales, seguidas del primer concierto de la serie 'Los Lunes Clásicos' en el Paraninfo de La Magdalena el lunes.
La Sinfonía concertante K 297b de Mozart fue escrita, al parecer, en 1778 originalmente para flauta, oboe, trompa y fagot. Esa partitura original se perdió y hasta la actualidad ha llegado una obra de la que se duda hasta que fuese escrita verdaderamente por Mozart.
Aún así, se ha convertido en una obra popular y regularmente interpretada, y que muestra la forma tan profunda de entender los instrumentos de viento que tenía Mozart y su gran predilección hacia ellos.
Por su parte, la Sinfonía 4 de Mahler, compuesta entre los veranos de 1899 y 1900, refleja el mundo tan particular del compositor que bebe de los poemas populares Des Knaben Wunderhorn, en este caso sobre la canción basada en el poema Das himmlische Leben (La vida celestial).
Se escuchan en los primeros tres movimientos fragmentos adaptados de este poema que describe personajes y escenas celestiales desde la óptica de un niño, antes de ser cantado por completo por la soprano solista en el último movimiento. Esta Cuarta, una de las más cortas de las casi diez sinfonías de Mahler (unos 50 minutos), es también una de las más queridas e interpretadas del autor.