SANTANDER, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria solicita a los ciudadanos que extremen la prudencia para minimizar el número incidentes en la noche de San Juan, la más corta del año; una celebración que llenará Cantabria de hogueras, fiestas y pirotecnia, tras dos años de prohibición por la pandemia, y en la que aumentan de forma notoria los desplazamientos por carretera.
Esta entidad recuerda que, en los días y horas previos a la cita, los organizadores deberán llamar al 112 indicando el lugar en el que se va a encender la hoguera, según se expone en la resolución de autorización del uso del fuego en la madrugada del 23 al 24 de junio, publicada en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) número 105, del 1 de junio, por la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
La resolución recoge, además, que quedará prohibida esta actividad si en el momento y lugar de la celebración la velocidad del viento es superior a 25 kilómetros por hora o la temperatura supera los 30 grados.
Cubierto este trámite obligatorio, y antes de iniciar el montaje de la base a quemar, se debe limpiar la zona eliminando cualquier material combustible que pueda propagar las llamas. Las hogueras tienen de estar ubicadas en lugares seguros alejados de edificaciones, arbolado, tendido eléctrico, mobiliario urbano y turismos estacionados.
Deben de permitir, asimismo, el paso de vehículos de emergencia, por lo que hay que tener especial cuidado con cerrar con el fuego o con coches los viales de tránsito, garantizando corredores de evacuación por si fuera necesario el uso de ambulancias, coches de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad o camiones de bomberos.
El 112 recuerda, además, que no se deben utilizar líquidos inflamables y tóxicos, envases a presión o materiales explosivos para encender o alimentar las hogueras. También se desaconseja el uso de material ligero, como papeles o telas, que puedan ser desplazados por el viento provocando focos secundarios o quemaduras en personas.
Se emplaza, del mismo modo, a crear un perímetro de seguridad alrededor del fuego, a mantener de manera constante la distancia de seguridad y a tener medios de extinción cercanos. Una vez acabada la fiesta las hogueras deben de quedar totalmente apagadas, sin posibilidad de que estas puedan reavivarse.
PIROTECNIA
En el caso de utilizarse petardos, cohetes o cualquier tipo de material pirotécnico tiene que ser manipulado con precaución y responsabilidad. Se recuerda, en este sentido, que únicamente deben comprarse en locales autorizados, que es necesario comprobar que el material cuenta con los sellos de control oportunos, y leer y respetar las instrucciones de uso aportadas por el fabricante.
Los niños únicamente deberán utilizar aquellos artefactos adecuados a su edad y bajo supervisión de un adulto.
Desde el 112 se recomienda también deflagrarlos en zonas despejadas, lejos de aglomeraciones, edificios, coches y mobiliario urbano. Aquellos fuegos de artificio proyectables, como los cohetes, no deben ser dirigidos o apuntados hacia personas, construcciones, elementos combustibles o áreas con vegetación abundante.
Además, ningún tipo de material pirotécnico debe de introducirse en botellas, latas, alcantarillas, papeleras o contenedores, ni ser guardado en los bolsillos. Se ha de procurar encender los artefactos en el suelo, que tengan una mecha larga, y retirarse a una distancia prudencial una vez esta haya prendido.
Si se observa cualquier irregularidad en su venta o uso debe de comunicarse a la autoridad competente.
OTRAS PRECAUCIONES
La noche de San Juan aumenta el número de desplazamientos, por lo que el 112 aconseja a la población a extremar la prudencia en carretera. En este sentido, se pide a los cántabros que respeten las normas de circulación, que moderen la velocidad y que no cojan el coche en el caso de haber bebido.
Son típicos también de la noche más corta del año los encuentros multitudinarios, por lo que se recomienda apuntar el teléfono de los adultos que estén a cargo de menores en el brazo de los pequeños, para facilitar su localización si se produce un extravío. Es aconsejable también fijar un punto de encuentro al que acudir si se pierde al grupo, observar las vías de evacuación y localizar visualmente a los servicios de emergencia o policiales por si se necesitara ayuda.
Por último, y dado que es tradición bañarse en el mar la madrugada del 23 al 24 de junio, se pide a quienes cumplan con el ritual que no se adentren solos en el agua, que en ningún caso lo hagan si han bebido, y que se mantengan siempre en zonas de poca profundidad y de las que se pueda salir con facilidad.
No obstante, ante cualquier tipo de emergencia se debe de avisar lo antes posible al 112 para procurar una rápida intervención.