Cantabria es la cuarta comunidad con mayor proporción de kilómetros considerados de riesgo elevado MADRID/SANTANDER, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cantabria es la cuarta comunidad autónoma que presenta una mayor proporción de kilómetros de carreteras considerados de riesgo elevado, con el 8,9 por ciento --46 kilómetros del total de 519,1 analizados--, y todos ellos se localizan en la nacional N-634, según concluye la Fundación RACE, como miembro de iRAP, en su informe de 'Evaluación de estado de la Red de Carreteras del Estado (RCE) del periodo 2020-2022'.
En concreto, la investigación refleja que la N-634, entre los puntos kilométricos 232,8 a 243,2, entre Torrelavega y Casar de Periedo, es la séptima carretera de todo el país con un mayor riesgo para sufrir un accidente grave.
Este vía ha registrado en el citado tramo negro de alta peligrosidad cinco accidentes graves entre 2020 y 2022, en los que han resultado heridas de gravedad cinco personas.
Asimismo, este tramo se encuentra entre los tres de España con riesgo alto de reincidentes, considerada como un tramo negro desde 2019.
Además, el punto entre los kilómetros 148,3 a 162,3 de la misma carretera está considerado de riesgo medio-alto (rojo) y en el mismo se han producido cuatro accidentes graves o mortales con dos víctimas y dos heridos graves.
También se cataloga como 'rojo' el tramo de la N-634 entre los kilómetros 243,1 y 254,3 en el que se han producido tres accidentes graves o mortales con dos fallecidos y dos heridos de gravedad.
Pese a tener ser la cuarta comunidad con mayor proporción de kilómetros considerados de riesgo elevado, Cantabria no cuenta con ningún otro tramo catalogado de riesgo en 2023 por la RACE.
En España, un total de 1.974 kilómetros de carreteras presentan un riesgo elevado de peligrosidad (medio-alto y alto), lo que supone casi un 8% sobre los 25.100 kilómetros analizados por la Fundación RACE.
Según los datos del estudio publicado este miércoles se han localizado un total de 56 tramos de Riesgo Elevado (8 más que en el informe anterior), de los cuales nueve son tramos 'Negros', considerados de Riesgo Alto para la seguridad de sus usuarios. Por otra parte, hay 47 tramos considerados 'Rojos', calificados de Riesgo Medio-Alto.
En concreto, la investigación refleja que la N-6, en Galicia, entre los puntos kilométricos 517,1 y 528,5, es la carretera con un mayor riesgo para sufrir un accidente grave. El resto de los tramos negros de alta peligrosidad se encuentran en la N-323 (Andalucía), N-631 (Castilla y León), N-345 (Murcia), N-432 (Andalucía), N-502 (Catilla y León), N-634 (Cantabria), N-340 (Comunidad Valenciana) y la N-642 (Galicia).
Por comunidades autónomas, el informe pone de relieve que Cataluña es la que presenta una mayor proporción de carreteras consideradas de riesgo elevado, con el 11,3% de vías, seguida de Castilla y León con 9,9%.
No obstante, los tramos que preocupan especialmente son el de la N-323 en Granada (entre los kilómetros 172,5 y 190,3 ) y el de la N-634 entre los kilómetros 232,8, y el 243,1 en Cantabria, ya que llevan repitiéndose entre los más peligrosos de España desde el informe de 2019 y 2021. El tramo de la N-345 en la provincia de Murcia (entre los kilómetros 0 y 7,2) es el más preocupante de todos, ya que tiene un índice de riesgo alto desde el informe de 2017 al 2019.
Respecto al perfil de las carreteras más peligrosas, el RACE ha detallado que se trata de una carretera convencional, con una calzada única, intersecciones al mismo nivel e Intensidad Media de Vehículos (IMD) por debajo de los 10.000 vehículos al día.
"Las carreteras más seguras son, paradójicamente, aquellas por las que transitan más vehículos. En ellas se producen menos accidentes por cada coche que circula, no se invade el sentido contrario, no hay intersecciones al mismo nivel y, al disponer de unos mayores niveles de seguridad pasiva, los accidentes tienen menores consecuencias", ha explicado.
Para la elaboración del informe se han tenido en cuenta un total de 2.987 accidentes ocurridos en la Red de Carreteras del Estado entre 2020-2022, de los cuales 982 son accidentes mortales, con 1.096 fallecidos y 2.616 heridos graves.
El RACE ha indicado que la evolución de los accidentes mortales y graves ocurridos en la Red de Carreteras del Estado es muy positiva, con una reducción de más del 73% respecto al año 2009, que fue el inicio del estudio, y un 50% frente a los datos de la última década (2013 -2023). El descenso es continuo desde 2019, donde hubo un ligero repunte, pero que ha tenido una caída media del 7,1%, siendo el último descenso en la del 2,61%.