Esta medida afecta a la plantilla de la planta de Ferroatlántica de Boo, que pertence al grupo y que desde diciembre viene aplicando un ERTE
SANTANDER, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Dirección del Grupo Ferroglobe, al que pertenece la planta cántabra de Ferroatlántica de Boo de Guarnizo (Astillero), y los sindicatos han acordado congelar el incremento salarial del 2,3 por ciento pactada para este 2020 hasta el 1 de enero de 2021, momento que se aplicará el incremento a tablas salariales.
Ambas partes llegaron a este acuerdo en una reunión mantenida el jueves, que duró mañana y tarde, ha informado este viernes en un comunicado el sindicato USO, firmado también por UGT, CC.OO y Sindicato Unitario.
En relación a los descuelgues del Acuerdo Marco de Ferroglobe planteados en los centros de trabajo, se consensuaron también en esta reunión una serie de recomendaciones que las partes firmantes del acuerdo trasladarán a los ámbitos de negociación pertinente, que son, según han explicado los sindicatos, "los únicos legitimados para alcanzar, o no, acuerdos en su ámbito de negociación".
Entre estas recomendaciones, figura la de no externalizar ninguna actividad; no reducir ningún puesto de trabajo; recortar un 5,5% los costes laborales pero sin que estas reducciones no se aplicarán a conceptos salariales, y la retirada del descuelgue salarial del 15% por ciento.
También, entre las recomendaciones, figuran garantías de actividad productiva para las tres plantas del grupo Ferroglobe en España: la cántabra de Boo; la de Monzón (Huesca) y la de Sabón (La Coruña).
Así se plantea que del 1 de marzo al 15 de junio se arrancarán dos hornos en las tres fábricas y del 1 de agosto al 30 de noviembre dos hornos en Sabón y Monzón y tres en la planta cántabra de Boo.
La planta cántabra, que este año cumple 107 años en Boo, tiene actualmente una plantilla de 144 trabajadores y se encuentra actualmente con un ERTE en aplicación, puesto en marcha el pasado diciembre.
La Dirección de la planta había propuesto al comité "descolgarse del convenio colectivo" con "diferentes recortes" para hacer frente a la complicada situación por los costes eléctricos.
Concretamente, se había planteado recortar salarios y no aplicar la subida del 2,3% pactada para este 2020, así como "dejar a cero" los beneficios sociales recogidos en el convenio colectivo para hacer frente a la situación derivada del elevado coste de la energía, por la que ya se puso en marcha en diciembre el ERTE.