Llevaba peluca, barba postiza y gabardina, e intimidaba a los empleados de las sucursales con una pistola
SANTANDER, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de Santoña ha imputado cinco delitos de robo con intimidación, el último en grado de tentativa, al conocido como el atracador de la gabardina, que está en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde diciembre de 2015, después de robar en cuatro sucursales de Liberbank en Cantabria, de las que se llevó al menos 350.000 euros.
En el auto que pone fin a la instrucción, al que ha tenido acceso Europa Press, dictado a primeros de febrero, el juez acuerda la transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado, y abre plazo para que el Ministerio Fiscal y las acusaciones personadas soliciten la apertura de juicio oral y presenten escrito de acusación.
En concreto, se le imputa el robo de 92.475 euros el 1 de febrero de 2013 en la sucursal de Liberbank en Somo; otros 170.820 euros el 26 de julio de ese mismo año en la oficina de la misma entidad en Ajo; "unos 30.000 o 35.000 euros" el 5 de noviembre de 2014 en la sucursal de la Avendia de España de Laredo; y 56.200 euros el 26 de mayo de 2015 en el Liberbank de Galizano (Ribamontán al Mar).
Tras su detención le intervinieron 4.560 euros que se encuentran depositados en el juzgado. Según consta en el auto, dictado a primeros de febrero, en diciembre de 2016 se dedujo testimonio de particulares por la posible comisión de un delito de blanqueo de capitales por parte del imputado y de su hijo.
Para llevar a cabo los robos, en los que ninguna persona resultó lesionada, el acusado iba provisto de un arma de fuego y caracterizado con peluca y barba postiza, gafas, un cojín que le daba otra apariencia corporal y una gabardina de color beige.
Con este atuendo iba también en el momento de su detención, que tuvo lugar el 22 de diciembre de 2015 en la puerta de la sucursal del Banco Santander en San Mamés de Meruelo, cuando el director de la misma se disponía a abrir el banco.
Su detención puso fin a la denominada operación 'Gabardina', iniciada por la Guardia Civil tras detectar un incremento de atracos en distintos puntos de Cantabria con un mismo 'modus operandi'.
Tras el visionado de cámaras de seguridad de las sucursales asaltadas, entre otras gestiones, se constató que, antes de actuar, el autor realizaba labores previas de vigilancia sobre el banco, sus sistemas de seguridad, vías de fuga, etcétera. Asimismo, efectuaba un "exhaustivo seguimiento" del director de la oficina o del empleado encargado de la apertura de la misma para conocer su domicilio, horario laboral o actividad diaria.
Una vez obtenida la información necesaria y planificado el atraco, esperaba en las proximidades del domicilio del director o empleado del banco hasta que éste subía a su vehículo para trasladarse a su puesto de trabajo, momento que aprovechaba para introducirse con él en el coche y amenazarlo con un arma de fuego para obligarle a trasladarse hasta la sucursal.
Una vez allí esperaba la apertura de la caja de seguridad, se apropiaba del dinero y huía del lugar, no sin antes, dejar maniatado con bridas al director en el interior de la entidad. En otras ocasiones, en lugar de esperarle en su domicilio lo hacía en las inmediaciones del banco.
Su detención fue posible gracias a las pistas obtenidas tras un robo de características similares ocurrido el 26 de agosto de 2015 en una sucursal de Liberbank en Muriedas (Camargo).
Debido al empleo de armas de fuego en sus acciones, su detención fue llevada a cabo por la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil (UEI), especialistas en operaciones de alto riesgo.
La investigación estuvo dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Santoña y fue realizada por el Grupo de delincuencia organizada de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cantabria, además del Servicio de Criminalística del Cuerpo.