En una vista presencial y pública, en la Sección Tercera a partir de las 10.00 horas
SANTANDER, 6 May. (EUROPA PRESS) -
La Sección Tercera de la Audiencia de Cantabria ha señalado para el próximo miércoles, 11 de mayo, a las 10.00 horas, la celebración de una vista para abordar cuestiones previas al juicio contra la acusada de decapitar a su pareja en Castro Urdiales, que se enfrenta a 25 años de cárcel que pide el fiscal por asesinato, mientras que la familia de la víctima reclama prisión permanente revisable.
En la vista, presencial y pública, la Sala y las partes tratarán las nuevas pruebas propuestas por la defensa antes del plenario, que se celebrará con jurado popular en una fecha aún por determinar.
El abogado de Carmen Merino, procesada por la muerte de Jesús María Baranda, cuyo cráneo apareció en septiembre de 2019 dentro de una caja, presentó a través de su escrito de personación ante el órgano enjuiciador nuevas periciales.
En concreto, un informe sobre los efectos de un somnífero -diazepam- en función de la cantidad suministrada, y que presuntamente habría administrado la procesada a su pareja -jubilado vasco de 67 años en el momento de su desaparición- para adormecerle antes de acabar con su vida, como sostienen las acusaciones. Y es que la autopsia practicada al cráneo dio positivo en esta sustancia pero sin determinar la cantidad.
La segunda nueva prueba propuesta está relaciona con el ruido de una motosierra de la marca y modelo que supuestamente habría adquirido y usado la sospechosa para descuartizar a su hasta entonces compañero sentimental en el domicilio en el que ambos llevaban siete años conviviendo, en la calle Padre Basabe de Castro Urdiales, y cuyo cuerpo aún no ha aparecido.
Además, la defensa -que solicita la libre absolución para su patrocinada, natural de Sevilla- aprovechó el trámite de presentación de los escritos de personación ante la Audiencia de Cantabria para pedir la impugnación de otra prueba: un informe de la Benemérita con conclusiones de hechos y la autoría de los mismos, al considerar que los agentes "pueden hacer consideraciones técnicas pero no valoraciones".
E insistió además en la práctica de una pericial para hacer un cotejo entre la huella genética de la sospechosa y los pelos hallados en la caja en la que apareció el cráneo, y que según el Instituto Nacional de Toxicología no pertenecían al fallecido, mientras el estudio morfológico de los mismos concluyó que tampoco eran de su pareja.
Así, estaba pendiente un estudio genético del ADN que se ha solicitado reiteradamente y que no se ha realizado todavía al no haber llegado al centro de Madrid la muestra de necesaria pedida, según el letrado defensor.
Por su parte, la abogada de los familiares de la víctima no planteó ninguna prueba nueva, pero sí se opuso a través de su escrito a la práctica de las solicitadas por el abogado de la investigada, en especial a la impugnación del informe de la Guardia Civil.
Sobre otra de las periciales introducidas en esta fase del procedimiento -la del ruido de la motosierra- considera que es extemporánea y que se tenía que haber planteado en otro momento de la causa, instruida por el Juzgado número tres de Castro y en fase ya de juicio oral, concretamente en la de cuestiones previas y práctica de prueba anticipada.
De su lado, la Fiscalía no ha solicitado más pruebas, aunque tampoco se niega a que se lleve a cabo alguna de ella. Y la Sección Tercera deberá ahora pronunciarse sobre los planteamientos de la defensa y las acusaciones. Después, se seleccionarán los miembros del tribunal y se señalará el juicio oral, cuya apertura acordó el juez instructor el pasado mes de febrero.
ASESINATO
La Fiscalía considera a la acusada autora de un delito de asesinato con agravante de parentesco por el que pide 25 años de cárcel con inhabilitación absoluta y una indemnización de 20.000 euros para los familiares de la víctima.
La acusación particular, por su parte, que ejerce la familia del fallecido, solicita prisión permanente revisable, y la defensa la libre absolución de su patrocinada, que se encuentra en prisión provisional en la cárcel de El Dueso desde que apareció el cráneo.
DESCUBRIMIENTO DEL CRÁNEO Y DEL CRIMEN
El crimen se destapó en septiembre de 2019 con el hallazgo de la cabeza en el interior de una caja de cartón, que la acusada había entregado meses atrás a una amiga suya para que se la guardara en su casa, y que ésta abrió ante el mal olor que desprendía.
En su interior descubrió un cráneo humano, dentro de una bolsa de plástico y envuelto a su vez en una página de periódico con un pasatiempo cumplimentado.
La investigación se inició tras la desaparición del hombre, del que no se sabía nada desde febrero de 2019 y cuyo cuerpo no ha sido encontrado hasta ahora.
Entre las declaraciones tomadas en sede judicial, que en dos años cambió tres veces de titular, destaca la practicada a la sospechosa en noviembre de 2020, cuando rompió su silencio para asegurar que no tuvo "nada que ver" con la desaparición y fallecimiento de su pareja.
Carmen Merino añadió entonces ante el magistrado instructor que no tenía "ni idea" de qué le había "podido ocurrir" al hombre, y resaltó en cualquier caso que ambos "se querían muchísimo".
Y una testigo -hermana de la que abrió la caja- declaró que tras el macabro descubrimiento la procesada le había asegurado que había podido "guardar" la cabeza de su pareja y el "secreto tan gordo" de lo ocurrido meses antes "gracias a las pastillas".