SANTANDER, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Cantabria juzgará este lunes, 20 de marzo, al portero de un club de alterne acusado de participar en la explotación de mujeres que trabajaban en el mismo.
Ellas se prostituían libremente pero fueron obligadas a devolver una deuda contraída por haber viajado hasta España que debían pagar al dueño del club. Así, no se quedaban con el dinero de los servicios, y todo iba directamente a los bolsillos del dueño del establecimiento, con el conocimiento del ahora acusado.
El dueño del club ya ha sido condenado por estos hechos, y ahora será juzgado el portero, que ha permanecido fugado de la justicia durante casi cinco años. El pasado año, cuando se celebró el juicio contra el dueño y otras cinco personas más, el acusado se presentó en el tribunal, sin que pudiera ser enjuiciado porque no estaba personado, carecía de abogado y la causa no se había tramitado en lo que respecta a su persona.
El fiscal considera al acusado autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y solicita una condena de siete meses de cárcel, entendiendo que debe ser estimada la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.
ESTAFA
También este lunes, la Audiencia celebrará el juicio contra un acusado de comprometerse a llevar a cabo una promoción inmobiliaria en Alicante, recibir un sueldo mensual de 1.000 euros para ello, así como una inversión de 300.000 euros, sin que finalmente comprara solar alguno ni iniciara la construcción de las viviendas.
El ministerio público considera los hechos un delito de estafa, por lo que pide una condena de tres años de prisión, multa de 3.600 euros e indemnización de 300.000 euros para las personas que le confiaron el proyecto y aportaron la inversión.
TRÁFICO DE DROGAS Y TENENCIA DE ARMAS
Por otro lado, la Audiencia juzgará el martes, 21 de marzo, a dos acusados -un hombre y una mujer- de portar sustancias estupefacientes para su distribución entre terceros cuando circulaban con su vehículo por una calle de Santander. Al ser interceptados por la policía, que estaba realizando un dispositivo de vigilancia, el hombre, que conducía el coche, se dio a la fuga, iniciando los agentes una persecución.
Tras ser detenidos, se hallaron distintas armas en el interior del vehículo. Una vez en dependencias policiales, el acusado mantuvo una actitud agresiva y de menosprecio hacia los agentes, propinando fuertes golpes a la puerta de la celda y un codazo a uno de los funcionarios de policía.
Los hechos han sido calificados por el fiscal como un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño -que imputa a los dos acusados-, así como otro de tenencia ilícita de armas, resistencia y daños -que imputa al hombre, para quien solicita el ministerio público que sea reconocida la circunstancia agravante de reincidencia en el delito de resistencia.
Por todo ello, las penas solicitadas ascienden a cuatro años de prisión para cada uno por el delito de tráfico de drogas, y otros tres años de cárcel para el hombre por los delitos de tenencia ilícita de armas, daños y resistencia a la autoridad.