El juicio se ha suspendido ya dos veces al quedarse el acusado sin abogado
SANTANDER, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial juzgará el próximo viernes, 22 de septiembre, al hombre acusado de disparar a otro en la Nochevieja de 2015, en la zona de La Albericia en Santander, para el que el fiscal pide 12 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas.
Inicialmente, el juicio estaba previsto que se celebrara el pasado 1 de junio pero fue suspendido después de que el abogado del acusado renunciara a su defensa por "serias discrepancias" con su cliente, que tampoco quería que el letrado le siguiese representando.
Ante esta situación, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria suspendió el juicio y le dio un plazo de tres días al acusado para que contrate un nuevo abogado de libre designación como el que tenía hasta ahora o, de no hacerlo, se le asignará uno de oficio.
Tras contratar a un nuevo letrado, se señaló la vista para el pasado 19 de julio pero tampoco llegó a celebrarse porque, por segunda vez, el acusado se quedó sin representación legal, lo que obligó a la Audiencia Provincial a fijar una nueva fecha, este 22 de septiembre, para la que se le establecería un abogado de oficio.
El acusado ha sido condenado anteriormente a penas de cárcel por varios delitos de lesiones y se encuentra en prisión preventiva por los hechos por los que se le juzgará en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial el próximo viernes, 22 de septiembre, a partir de las 10.00 horas.
HECHOS
Según el relato del Ministerio Fiscal, el acusado se encontró entre las 22.00 y 23.00 horas del 31 de diciembre de 2015 con un conocido en la calle Francisco Iturrino de Santander y "se dirigió a él en tono agresivo" e iniciaron una discusión.
En ese momento, el procesado, en prisión provisional desde el 11 de enero de 2016, sacó una pistola que llevaba en la cintura, y para la que no tenía licencia, y, primero, disparó al aire e inmediatamente apuntó con el arma a su conocido "a una distancia relativamente corta" y le disparó tres veces.
Primero apuntó a la pierna, acertándole en el gemelo de la pierna izquierda; luego le disparó al muslo de la misma pierna a la altura de la ingle y por tercera vez, "dejando clara", según el fiscal, "su intención de causar la muerte" y de causarle "heridas graves" al otro hombre le disparó a la atura del pecho.
El otro hombre tratando de cubrirsre acertó a taparse con el brazo izquierdo por lo que el tiro le hirió en el antebrazo y no en el pecho.
Según el relato del fiscal, tras los disparos, el procesado abanadonó el lugar y emprendió la huida en una furgoneta acompañado de un chico, "probablemente menor de edad".
Además, de la furgoneta salió un perro de raza peligrosa que mordió en la pierna al hombre que había sido disparado.
El perjudicado consiguió huir en su vehículo y llegar a su casa en Astillero, donde temía que el acusado fuera a atacar a su mujer y a sus hijos.
Cuando llegó a casa, el herido y su mujer --que presenció, según el fiscal, el inicio de la agresión pero huyó por su propia cuenta hacia casa-- avisaron a la Guardia Civil.
Como consecuencia de estos hechos, el herido sufrió diversas lesiones de las que tardó en curar 168 días, doce de ellos de hospitalización y el resto impeditivos para sus ocupaciones habituales.
Además, por estas heridas le quedaron secuelas físicas y un perjuicio estético que el fiscal considera "moderado".
Para la Fiscalía, los hechos son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa y de otro de tenencia ilícita de armas.
Por el primero de ellos pide 10 años de cárcel y la prohibición de, durante 20 años, comunicarse o aproximarse a menos de 500 metros de la víctima y por el segundo delito solicita otros 2 años de prisión.
Además, reclama que acusado indemnice al agradido con unos 23.400, 10.000 por las lesiones y 13.400 por las secuelas.
Por su parte, la acusación particular también considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas y pide la misma pena de prisión e indemnización que la Fiscalía.
La defensa del acusado, por su parte, sostiene que los hechos que relata la Fiscalía y la acusación particular "no son ciertos" y asegura que no es responsable de ningún delito, por lo que pide la libre absolución.