SANTANDER, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este sábado, 14 de agosto, el acuerdo por el que se declara a Vijanera de Silió, en Molledo (Cantabria), Bien de Interés Cultural Etnográfico Inmaterial.
Según recoge la resolución, consultada por Europa Press, el Servicio de Patrimonio Cultural, como órgano instructor del expediente, instó a la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte a proponer la declaración del bien mencionado, haciéndole constar que se han cumplido todos los trámites preceptivos en la incoación e instrucción del expediente.
Con la inclusión de esta mascarada en el Patrimonio Cultural Etnográfico Inmaterial de Cantabria se pretende facilitar la recuperación de esta celebración para salvaguardar su sentido originario.
Según destaca el documento, La Vijanera de Silió es un rito integrado en una serie de celebraciones denominadas mascaradas de invierno que, con ciertas variaciones, se desarrollan en diversas poblaciones, tanto de la Península Ibérica como en territorios europeos.
Se trata de un acto grupal que se convierte en modelo para la vida colectiva, ya que expresa una manifestación de la identidad sociocultural de una comunidad, de reivindicación de pertenencia a un territorio, que se desarrolla con un ritual en el que tiene lugar una secuencia de actuaciones simbólicas.
La Vijanera es, por tanto, una fiesta expresiva de la cultura y de los modos de vida que, a través del tiempo, han sido y son característicos de las gentes de Cantabria, encontrándose referencias a esta fiesta en Menéndez Pelayo y González Echegaray al tratar de las celebraciones profanas en el área cantábrica durante el S.VI a.C..
Aunque no existen fuentes documentales que argumenten con precisión su origen, es una evidencia el desarrollo dilatado a lo largo de la historia de la fiesta de La Vijanera, convirtiéndose en una tradición.
Las primeras noticias escritas con las que se cuenta son del S.XIX y expresan que en ese momento la fiesta está consolidada como una tradición ancestral, registrándose episodios de oposición por parte de la Administración municipal, imposición de multas por participar en La Vijanera e, incluso, en algunos casos, la prohibición de la fiesta y, en otras ocasiones, aportaciones económicas por parte del Ayuntamiento para la fiesta de La Vijanera.
La Vijanera de Silió es, por tanto, una fiesta popular transmitida consuetudinariamente, que forma parte del acervo cultural de Cantabria.
El desarrollo de La Vijanera de Silió, hasta nuestros días, es revelador de la participación de los vecinos de Silió, y de la implicación de éstos como comunidad portadora, en el respeto, mantenimiento, impulso, transmisión y difusión de los valores que la acreditan como un bien que reúne las condiciones para formar parte del Patrimonio Cultural Immaterial de la comunidad.
La evolución de la fiesta, del número de participantes ('vijaneros'), y del lenguaje estético, es buena prueba del dinamismo presente en La Vijanera, debe ser inherente al patrimonio cultural inmaterial que, por naturaleza, es un patrimonio vivo, recreado y experimentado en tiempo presente y responde a prácticas en continuo cambio, protagonizadas por los individuos y los grupos y comunidades.
SE CELEBRA EL PRIMER DOMINGO DEL AÑO
La Vijanera de Silió es una celebración festiva que, en la actualidad, se celebra el primer domingo del año, excepto si coincide con el año nuevo. Es en un rito de despedida del año viejo y recepción del año que comienza. Se manifiestan, por medio de símbolos, los deseos de cambio, los deseos de que la vida sea mejor.
Este deseo en La Vijanera se comunica por medio de acciones y elementos simbólicos, evocadores de significados: espacios y tiempos, gestos, movimientos, actitudes.
Está protagonizada por varones jóvenes que portan diversas máscaras y su indumentaria recrea personajes diversos y complejos, representaciones animales, vegetales y humanas, integrando una comitiva en la que interaccionan componentes de la naturaleza y de la construcción cultural humana.
Los elementos constitutivos de la comitiva de la Vijanera remiten a un pasado que puede remontarse a las primeras manifestaciones culturales del hombre, que ha ido construyéndose progresivamente a través de las distintas etapas de la historia hasta el momento actual, incorporando nuevos personajes y reinterpretando un simbolismo de proyección universal.
En concreto, trata la lucha entre el bien y el mal, la interpretación cíclica del tiempo, la vida y la muerte, la representación de las etapas de la vida desde su nacimiento, la plenitud de la juventud hasta la ancianidad y la muerte, la naturaleza, todos los conceptos expresados en torno a una celebración del fin del año que ha finalizado y el inicio entorno del año que acaba de empezar.