En "buen estado" las diez viviendas que quedaron en pie tras el derrumbe del edificio

SANTANDER, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los pisos que quedaron en pie tras el derrumbe parcial del inmueble número 57 de la calle del Sol de Santander no se han visto "afectados" por el desplome de parte de la fachada, y diez de las quince viviendas del bloque -repartidas en cinco plantas- presentan un "buen estado".

Es la principal conclusión a la que han llegado los técnicos, que este sábado han accedido al interior del edificio que se desplomó el pasado miércoles por la tarde, después de que por la mañana los vecinos denunciaran la aparición de grietas.

Han entrado una vez que finalizó, ayer, el derribo controlado de las partes inestables, y tras parar durante unas horas las labores de desescombro, que concluirán este sábado por la tarde.

En concreto, no se han visto afectadas por el desplome y presentan "buen estado" las viviendas situadas a mano derecha y en el centro, en tanto que de las ubicadas en la parte izquierda solo ha quedado un dormitorio.

No obstante, en las centrales aparece una "patología" en la habitación que está pegada a la vivienda que se ha caído (la de la izquierda), derivada de un machón -pilar adosado a la parte exterior del muro del edificio para reforzarlo- entre la planta baja y la primera que está "deteriorado" y que habrá que "intentar consolidar".

Así lo han detallado el concejal de Infraestructuras, César Díaz, y la alcaldesa, Gema Igual, a los periodistas, tras reunirse con los técnicos y e informar también a los vecinos junto al edificio, que se va a apuntalar y afianzar, con la colocación de un andamio.

Con los trabajos previstos para estos días, se calcula que los afectados podrán entrar a sus viviendas para recoger más enseres y pertenencias la próxima semana, de manera controlada, con cita previa y acompañados de técnicos y bomberos.

Además, por otro lado, la regidora y el edil han anunciado al apertura de la acera este y el carril bici -para uso peatonal- que discurre por el interior del túnel de Tetúan, que comunica el centro de la ciudad con el Sardinero y que permanecía cerrado tras el desplome.