Un informe de UGT indica que la región acumula 5.267 siniestros interanuales hasta mayo, un 5% más que en el mismo período de 2016
SANTANDER, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cantabria acumula en el último año (hasta el pasado mes de mayo) un índice de incidencia de siniestralidad laboral de 3.061 accidentes por cada 100.000 trabajadores afiliados a la Seguridad Social asegurados o con las contingencias profesionales cubiertas en siniestros en el trabajo o enfermedades profesionales. Se trata del mayor índice registrado en la región desde 2011.
Según un informe de UGT, elaborado con las últimas estadísticas interanuales del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), en la región se contabilizan un total de 5.267 accidentes de trabajo acumulados con baja laboral, 258 más que los 5.009 del mismo período del ejercicio anterior, y que suponen un repunte del 5,1%.
Esos siniestros acumulados entre junio de 2016 y mayo de este año suponen también el mayor número de accidentes anotado en la región desde el año 2011, cuando hubo 599 más, aunque sobre una población asegurada igualmente superior, de 2.107 trabajadores más (173.469 por los 172.817 de este 2017), según las estadísticas del ICASST.
El sindicato precisa en un comunicado que el impacto de la siniestralidad laboral varía según el número de trabajadores expuestos al riesgo en un momento dado.
Por ello, se utiliza el Índice de Incidencia y un cálculo de los siniestros sobre el total de la población en riesgo de sufrirlos que se incluye en las estadísticas, en este caso la asegurada y con las contingencias profesionales cubiertas.
Desde 2011, Cantabria no había superado los 3.000 accidentes laborales con baja por cada 100.000 asegurados, ya que en el mismo período de 2012 el índice de incidencia fue de 2.904 siniestros; en 2013, de 2.530; en 2014, de 2.722; en 2015, aumentó hasta 2.802; y en 2016, alcanzó los 2.991.
UGT PIDE AL GOBIERNO CAMBIAR ESTA TENDENCIA
Por ello, UGT insta al Gobierno de Cantabria a "cambiar esta tendencia y liderar el cambio que se necesita", en especial -señala el sindicato- "un cambio hacia una verdadera cultura preventiva en las empresas".
También destaca la necesidad de acometer una serie de medidas "urgentes", como la creación de la figura del delegado de prevención sectorial para que pueda actuar en todas las empresas que no dispongan de uno propio.
La responsible regional de Salud Laboral del sindicato, Mónica Calonge, admite que solo se puede comparar la siniestralidad laboral en función de la población trabajadora expuesta al riesgo en un momento dado, pero también es cierto -puntualiza- que "Cantabria tiene el mayor índice de incidencia de accidentalidad laboral desde 2011 y ya no sirve de excusa que haya más o menos trabajadores por la crisis económica".
"En los últimos seis años la siniestralidad laboral no deja de aumentar en Cantabria, tal y como se refleja en el informe de la propia Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2021, y en gran media este repunte responde a la falta de inversión en prevención durante los años de la crisis económica", agrega la sindicalista.
A su juicio, la prevención, "lejos de integrarse en la gestión de la empresa como un activo a mantener, se ha limitado más bien a un mero ejercicio de burocracia que oculta una inacción preventiva real".
Calonge agrega al respecto que la subcontratación o la externalización de los riesgos o el incremento de trabajadores autónomos provenientes de un empleo asalariado que se destruyó en la crisis están siendo "la causa principal de una mayor presión a los trabajadores" y, en consecuencia, de una mayor precariedad de las condiciones de trabajo y de una mayor siniestralidad laboral".
MÁS MORTALES Y GRAVES POR CAUSAS PSICOSOCIALES
Las estadísticas interanuales del ICASST confirman un incremento de un 5,15% de accidentes laborales en comparación a los acumulados hace un año pero con un especial incremento de los considerados graves, que repuntan un 21,4% con 9 más que en mayo de 2016, pasando de 42 a 51 siniestros.
Por su parte, los 7 accidentes mortales acumulados en el último año hasta mayo igualan los contabilizados en el mismo período hasta el mismo mes de 2016, mientras los leves aumentan un 5,02%, tras sumarse en 2017 un total de 5.209, 249 más que en 2016.
"La propia crisis económica y las reformas laborales han contribuido también a aumentar los riesgos psicosociales con factores de riesgo cada vez más severos y un miedo generalizado entre los trabajadores a perder su puesto de trabajo por una baja laboral", señala la portavoz de UGT.
"Hoy en día las lesiones más frecuentes en los accidentes laborales mortales y graves se deben fundamentalmente a infartos y derrames cerebrales, no a aplastamientos o caídas como era norma general hace años", recalca Calonge, que recuerda que el sector de actividad económica con mayor número de siniestros tanto mortales como graves en el último año en Cantabria ha sido el de los servicios, "algo que cambia la tendencia porque antes se concentraban en la industria y la construcción".
De todos modos, por sectores de actividad económica, la construcción es el que más incrementa su accidentalidad laboral en el último año en términos relativos, casi un 9%, pasando de 558 a 608; mientras que en la industria aumenta cerca de un 4% (de 1.066 a 1.104); en los servicios, repunta un 6,4% (de 3.069 a 3.265); mientras que en el sector primario disminuye más de un 8% (de 316 a 290 siniestros laborales con baja).