SANTANDER/MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cantabria ha registrado en 2023 un total de 19 solicitudes de eutanasia, de las que se aplicaron tres, lo que equivale al 16% de las peticiones de prestación de ayuda para morir y se sitúa como la segunda comunidad con menor índice de aplicación en relación a las solicitudes, solo por detrás de Aragón (12%).
De las 19 solicitudes registradas en Cantabria 2023, un total de 12 fueron de mujeres y 7 de hombres, según detalla el último informe de evaluación anual 2023 sobre la prestación de ayuda para morir en España dado a conocer este jueves por el Ministerio de Sanidad.
En España, desde la entrada en vigor de la ley que regula la eutanasia en junio de 2021 y hasta el 31 de diciembre de 2023, se han atendido 1.515 solicitudes de prestación de ayuda para morir: 173 durante 2021, 576 en 2022 y 766 en 2023, esto supone un aumento del 32,9 por ciento en el último año y hasta un 342 por ciento desde su puesta en marcha.
En el informe, se señala que, de las 766 solicitudes recibidas el pasado año, el 76% fueron aceptadas, así como que las prestaciones realizadas fueron 334. Además, a las 188 denegadas, se presentaron 78 reclamaciones, 32 de las cuales fueron resueltas favorablemente.
Además, de las solicitudes aceptadas en 2023, 21 fueron revocadas por los usuarios y 33 aplazadas; 190 solicitantes fallecieron durante el proceso, con un tiempo promedio de 30 días entre la solicitud y el fallecimiento.
Mientras que, por comunidades autónomas, el mayor número de solicitudes se presentaron en Cataluña (219), Madrid (89), Canarias (62), País Vasco (58), Comunidad Valenciana (56), Andalucía (43), Galicia (41), Baleares (37), Asturias (33), Castilla-La Mancha (28), Castilla y León (27), Navarra (24), Aragón (22), Cantabria (19), La Rioja (4) y Murcia y Extremadura (2).
En cuanto al perfil del solicitante, señala que es el de una persona solicitante entre 70 y 79 años (28%) con enfermedad oncológica (35%) o la neurológica (35%), sobre todo, en situación de gravedad, y si bien, la mayoría de ellas poseen capacidad de hecho al inicio de la solicitud (95%), un 15% estaban en riesgo inminente de perder dicha capacidad.
En relación con el tiempo transcurrido desde la solicitud hasta la realización de la prestación de ayuda para morir, ha sido de 67 días de media con una mediana de 54,2 días. Mientras que un 25% de las personas solicitantes fallecieron antes de resolverse su solicitud. El tiempo medio desde la solicitud hasta el fallecimiento fue de 30 días.