SANTANDER, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Diócesis de Santander pretende recuperar el único muro que queda en pie del antiguo Castillo de San Felipe o Castillo del Rey, ahora oculto por las dependencias capitulares catedralicias, así como la torre de vigilancia de la esquina suroeste. La intención es llevar a cabo una reestructuración completa del edificio, respetando el conjunto monumental, que albergaría un museo y sala de exposiciones, así como el archivo diocesano.
El muro recuperado, de más de dos metros y medio de ancho, será visitable y una escalera interna permitirá subir por él para contemplar una perspectiva nueva de la Catedral y Santander.
Esta actuación corresponde a la quinta y última fase del Plan Director de la Catedral, elaborado por los historiadores ya fallecidos José Luis Casado Soto y Joaquín González Echegaray, y no comenzaría a ejecutarse hasta dentro de más de un año pues actualmente solo existe el anteproyecto.
La Diócesis solicitará al Ministerio de Fomento que la actuación se beneficie el 1% Cultural, que equivaldría al 75% del coste del proyecto, estimado aproximadamente en 1,7 millones de euros. El 25% restante se buscaría de "otras fuentes", incluida la propia Diócesis.
Así lo ha anunciado hoy el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, quien ha presentado el proyecto junto con la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual, el concejal de Urbanismo, César Díaz, y el arquitecto David Arce, entre otros.
Arce ha explicado que el antiguo Castillo del Rey llegaba hasta donde ahora está la antigua sede del Banco de España y el único muro que queda en pie está revocado y adosado a un patio interior de unas dependencias capitulares cuyos usos han ido desapareciendo y que ahora están infrautilizadas. Además, hay riesgo de que la piedra del muro esté deteriorada.
Las dependencias capitulares están ubicadas en la esquina sureste, entre el claustro y la catedral. Contienen en la actualidad varias estancias, todas ellas de uso restringido para el personal religioso, tales como la Sala Capitular o el despacho del deán.
Para ponerlo en valor y recuperarlo, se concentrarán en una sola planta las dependencias de uso privado catedralicio, que ahora están dispersas por tres, y que se albergarán en una nueva cuarta planta bajo cubierta de 300 metros cuadrados.
Las otras tres plantas ofrecerán en conjunto 700 metros cuadrados de uso público, que incluyen un espacio de usos múltiples de 300 metros cuadrados para museo y sala de exposiciones, conferencias, etcétera; y otro de 400 metros cuadrados para Archivo Diocesano, este último, dividido en dos plantas.
El Archivo Diocesano incluye tanto documentos de las parroquias como civiles, de antiguos concejos y otras entidades territoriales, que abarcan desde el siglo X --especialmente desde el siglo XVI, a partir del Concilio de Trento-- al XXI. Acoge una colección de pergaminos de monasterios cántabros, como el de Santo Toribio de Liébana o la Colegiata de Santillana del Mar, e importantes colecciones de cantorales desde el siglo XIII.
Según ha detallado la técnico del archivo, Lola Gutiérrez, sus documentos ocupan 500 metros lineales y crece al ritmo de diez metros lineales anuales, el 80% de ellos correspondiente a documentación histórica.
Gutiérrez ha insistido en que se trata de documentos "muy importantes" porque abren posibilidades de investigación histórica respecto a Santander y Cantabria --desde demográficas a culturales o religiosas--, ya que muchos pueblos cedieron su documentación a las parroquias y ahora están en el Archivo Diocesano. "Hay un campo amplísimo de investigación de cómo se era y pensaba hace 500 años", ha remarcado.
CUARTA FASE, A FINAL DE VERANO
Por otra parte, la alcaldesa ha anunciado que la cuarta fase del Plan Director de la Catedral comenzará a ejecutarse a final de verano o principios de otoño.
La cuarta fase incluye la recuperación de la esquina nordeste de la Catedral y la calle más antigua de la ciudad, los Azogues, donde se construirá un contrafuerte para que la basílica vuelva a parecer elevada, pues históricamente estuvo en alto. La actuación incluye una excavación arqueológica que se realizará paralelamente a las obras.
El convenio entre el Ayuntamiento y el Obispado para acometer esta actuación está finalizado aunque todavía no se ha firmado. El presupuesto, ya consignado por la Administración local en las cuentas de 2017, asciende a 544.000 euros.
Tanto la alcaldesa como el obispo han destacado la importancia de la colaboración mutua y de poner en valor y recuperar la Catedral y, por tanto, al parte más antigua de la ciudad.