Será visitable
SANTANDER, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los alumnos-trabajadores de la VII Escuela Taller del Ayuntamiento de Santander han concluido la recuperación integral del mareógrafo de la Península de la Magdalena, el más antiguo de los que se conservan en España, que data del año 1847, y uno de los primeros de Europa y que será visitable.
Así lo ha informado en un comunicado el Ayuntamiento de Santander, con motivo de la visita realizada por el alcalde, Íñigo de la Serna, quien supervisó los trabajos realizados por los talleres de pintura, albañilería y jardinería de la Escuela que han devuelto su aspecto original a esta vieja instalación que, junto a las de Alicante y Cádiz, sirvió para evaluar los diferentes niveles medios del mar en cada uno de los tres mares de la Península.
La actuación, incluida dentro del Plan Director del Palacio de la Magdalena y desarrollada, según ha dicho De la Serna, bajo "el respeto absoluto a la edificación", se enmarca dentro de la política del Consistorio de recuperación del patrimonio local.
La primera actuación del proyecto de recuperación del mareógrafo, financiado por el Servicio Cántabro de Empleo, el Fondo Social Europeo y el Consistorio santanderino, consistió en el desbloqueo de la puerta y retirada de toda la basura y restos orgánicos acumulados en su interior.
La puerta y ventana de madera, que no eran las originales, han sido sustituidas debido a su deterioro y dificultad de mantenimiento por una puerta metálica con arco de medio punto, en la se han previsto una perforaciones a modo de respiradero y una ventana metálica de doble hoja, tratándose el metal con productos específicos para el ambiente marino y pintura acabado de forja.
Además, se ha desmantelado el falso techo y los trasdosados de ladrillo y, en el interior, se ha limpiado el suelo original de baldosa hidráulica, cubierto muchos años por tableros, restos orgánicos en estado de putrefacción y por restos de mortero.
Debido al deterioro de la baldosa, se ha sustituido parcialmente por una de similares características, dejando en el centro de la estancia un testigo del original.
Ante la posible condensación y paredes y techo, se ha aplicado una solución consistente en el picado del revoco y un producto impermeabilizante. Además, se ha pintado en blanco, lo que le confiere un aspecto como el original.
INTERVENCIÓN EN EL POZO
El alcalde recordó que el pozo del mareógrafo de la Península de la Magdalena presentaba en origen tres vigas de hierro que sustentaban el aparato de medida, de las cuales sólo quedaban dos, que se han recuperado cepillando el óxido y aplicando una puntura de tratamiento.
Para hacer visitable la instalación se ha dotado de iluminación colgada en una de las vigas, que permite vislumbrar el espejo del agua, mientras que el personal de los talleres municipales ha elaborado un marco de acero pulido para alojar en él un vidrio transitable con el objetivo de poder tener una vista cenital del pozo.
En cuanto al exterior, al ser originalmente de caliza con acabado abujardado, pero cubierta de pintura en aerosol y ennegrecida por el ambiente marino, se ha optado por la limpieza de la piedra, procediendo al abujardado de los mampuestos para, posteriormente, ser tratada la piedra con un producto hidrofugante.
Dentro de este proyecto, se ha llevado a cabo la recolocación de los sillares del peto, el perfilado de las pendientes de evacuación y el entubado de las gárgolas de la cubierta con PVC para frenar su deterioro.
La intervención integral de los alumnos-trabajadores de la VII Escuela Taller se completó con la actuación en el entorno de la edificación, donde se recolocaron los sillares del suelo rejunteando con arena y con la rehabilitación de las escaleras de acceso a la fuente y a la meseta de la antigua casa del administrador.
Esta actuación se suma a la realizada también por la VII Escuela Taller del Ayuntamiento de Santander en la Casa de los Guardeses.