SANTANDER, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número tres de Santander ha condenado a dos años de cárcel a un hombre por agredir a un agente de la Consejería de Pesca del Gobierno de Cantabria durante una inspección en el puerto de Laredo, al que embistió con su coche cuando le dio el alto.
En concreto, la magistrada ha impuesto al procesado la pena privativa de libertad por un delito de atentado, en concurso con otro de lesiones, castigado este último con una multa de 900 euros, a razón de una cuota diaria de 5 durante seis meses.
Al dictar el fallo, consultado por Europa Press y que es firme, se ha tenido en cuenta la atenuante de reparación del daño muy cualificada, al haber abonado el enjuiciado antes de la vista los 4.485 euros reclamados en concepto de responsabilidad civil.
En la resolución se ha acordado además la suspensión de la pena privativa de libertad durante el tiempo de la misma, a condición de que el implicado no vuelva a delinquir durante ese periodo.
Según los hechos probados, sucedieron hace un año, el 25 de marzo de 2023, sobre las 10.30 horas en el puerto pejino, cuando el agente de Pesca realizaba labores de inspección, vistiendo para ello el uniforme oficial.
Durante las mismas, dio el alto al vehículo que conducía el acusado, que hizo caso omiso a la orden, por lo que le siguió hasta que paró en un semáforo. En ese momento, el inspector se bajó de su coche oficial y pidió al ahora condenado que estacionara el suyo, a lo que también se negó.
Para impedir su marcha, el agente se situó delante del vehículo del implicado, que realizó una maniobra brusca para abandonar el lugar, y a la que reaccionó la víctima para evitar el atropello. Pese a ello, sufrió un golpe y diversas lesiones, como traumatismos, contusiones y hematomas, para cuya curación precisó 69 días.
LABOR ESENCIAL
A propósito de esta agresión y sentencia, la Sección Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en el Gobierno de Cantabria ha reivindicado la labor "esencial" que desempeñan los agentes de Pesca del Ejecutivo regional, encargados de cubrir la vigilancia de la costa cántabra.
En un comunicado, la representación sindical ha explicado que estos trabajadores tienen entre sus funciones velar porque se cumplan las disposiciones vigentes en materia de pesca marítima, marisqueo y acuicultura, concesiones y autorizaciones de bienes de dominio público y todo lo que suponga infracción de las normativas vigentes.
También son los encargados de tomar muestras de agua, inspecciones dentro de los planes de control de higiene y trazabilidad de los productos de la pesca extractiva, marisqueo y acuicultura.
Y a todo ello se suma el acceso a embarcaciones, puntos de venta, instalaciones de cultivos marinos así como a otros establecimientos de transformación, comercialización y consumo de productos marinos.
"Su trabajo es fundamental y no está exento de riesgos", ha señalado Carmelo Renedo, coordinador de la administración autonómica de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en Cantabria, para indicar que "afortunadamente, no es algo generalizado pero sí se trata de una actividad que entraña ciertos peligros".
El sindicalista es partidario de "dignificar" esta profesión y condenar todos los actos violentos que tengan lugar en torno a ella. "No vamos a consentir que los y las trabajadoras del sector se jueguen el tipo en el desempeño de su trabajo", ha avisado.