SANTANDER 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Primera Instancia número 10 de Santander ha condenado a Liberbank a devolver más de medio millón de euros (537.911 euros) de participaciones preferentes a un cliente de Caja Cantabria, que adquirió un total de 533 títulos entre junio de 2009 y julio de 2010.
La sentencia, fechada el pasado 9 de diciembre y difundida este sábado, considera que el director de la oficina en la que se comercializaron las preferentes, la urbana número 19, "omitió" al cliente la información "relevante" sobre los riesgos del producto y su carácter perpetuo, presentándolo como una inversión "segura, rentable y de adecuada liquidez".
Según el fallo, -que estima parcialmente la demanda ya que obliga al cliente a devolver los rendimientos percibidos-, la venta de preferentes se produjo a iniciativa del director de la oficina, que llevaba los asuntos financieros del demandante, un cliente de Caja Cantabria desde hacía 15 años y que tenía "plena confianza" en el directivo.
Así, de acuerdo con la sentencia del magistrado Iñigo Ladín Díaz de Corcuera, el director le convocó en la oficina para informarle de "una oportunidad interesante para sus ahorros". Le ofreció las preferentes como un producto "relativamente seguro" y de "alta rentabilidad" y le dijo que eran una "buena alternativa" al plazo fijo que tenía.
El directivo -ingeniero de formación- también admitió que no le entregó ningún documento (folleto o tríptico), sino que le dio toda la información verbalmente, tras lo cual el hombre -que tiene reconocida una discapacidad, aunque no afecta a sus facultades intelectuales y volitivas- firmó los contratos para adquirir las primeras preferentes. Asimismo, reconoció que asesoraba y proponía operaciones al demandante, que poseía una cultura financiera "baja" y un perfil "conservador y poco amigo de los riesgos".
La versión del director es, según la sentencia, "contradictoria" con la de Liberbank, que a través de la documentación aportada pretendía demostrar que el cliente -que está catalogado como 'minorista'- había llevado a cabo en los últimos años "un gran número" de operaciones de inversión de "importantes" cantidades, sugiriendo que era un "inversor financiero amante del riesgo" y "buen conocedor de las preferentes".
Además, aunque durante un "breve" tiempo el cliente cedió la gestión de sus asuntos al departamento de Banca Personal de la Caja, los valores gestionados entonces "poco tenían que ver" con las preferentes, ya que entre los mismos figuran fondos de inversión, que "no son en absoluto comparables" a las participaciones y no comparten "ninguna" de las características que las hacen "tan arriesgadas", como la perpetuidad.
Por todo lo anterior, el Juzgado declara la nulidad de las preferentes contratadas así como del canje ofertado por el banco el pasado marzo.