SANTANDER, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El grupo de alcaldes, números uno y afiliados del PP cántabro que no reconocen a la nueva Directiva regional insta a la presidenta de la formación, María José Sáenz de Buruaga, a dimitir en un plazo máximo de 7 días, para poder celebrar un nuevo Congreso, "integrar y unificar las diferentes corrientes del partido" y "generar un discurso que ilusione y siga ganando elecciones".
Esta petición ha sido trasladada, en rueda de prensa, por el portavoz de este grupo, Joaquín Solanas, quien ha opinado que es "el mayor servicio" que Sáenz de Buruaga --a la que le acusa de haber producido la "ruptura" del partido-- "puede prestar en estos momentos al Partido Popular y a Cantabria".
"O lo hace ahora de forma voluntaria, permitiendo que el partido se recupere de la división o tendrá que hacerlo en el futuro forzada por los acontecimientos, con un daño quizás ya irreparable", ha aseverado Solanas, quien ha señalado que el grupo al que representa está "muy preocupado" por el futuro del partido.
Sin embargo, ha asegurado que también está "esperanzado" en que Sáenz de Buruaga "por fin entre en razón" y dimita. Solanas no ha avanzado qué pasos dará este grupo si la presidenta no accede a su petición pero, a preguntas de los periodistas, ha aclarado que los integrantes del grupo no se plantean abandonar el partido. "Parecería absurdo que la mayoría del PP se fuera del PP", ha dicho.
Este grupo ha acusado a la actual presidenta del PP cántabro, que ganó por cuatro votos a su antecesor, Ignacio Diego, en el Congreso del partido, de tener una "ambición desmedida" y una "actitud egocéntrica, antes, durante y después" del proceso congresual celebrado y de haber mantenido desde entonces una actitud "plagada de autoritarismo, intransigencia y búsqueda del poder".
"Como resultado de su nefasta actuación, hoy tenemos un grupo parlamentario dividido, los senadores y diputados enfrentados, una mayoría muy significativa de alcaldes, números uno y concejales alejados dde la Nueva dirección y, lo que es más grave, un partido judicializado con un futuro incierto", ha criticado Solanas.