Actualizado: sábado, 11 marzo 2017 13:02


SANTANDER, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

Ciudadanos de Santander ha criticado al Ayuntamiento y al Gobierno de Cantabria por no tener "en condiciones" el abastecimiento de agua, lo que ha provocado que la vida de los vecinos de Muriedas, en Camargo, haya "corrido peligro" por las roturas de la tubería que cruza esta localidad y abastece a la capital.

El grupo municipal ha avanzado este sábado, en un comunicado, que el próximo lunes registrará una moción en el Consistorio para que el Pleno apruebe el arreglo completo de la tubería que atraviesa el municipio.

Los dos ediles naranjas en Santander, David González y Cora Vielva, han criticado a las administraciones local y regional por "no cumplir sus obligaciones con la ciudadanía" en materia de abastecimiento de agua y seguridad de la población.

Al tiempo, han acusado al portavoz socialista en el Ayuntamiento, Pedro Casares, de "faltar a la verdad" con sus declaraciones, y "tapar las vergüenzas del Gobierno de Cantabria y de dejadez en su labor", ya que para los concejales de C's el Ejecutivo PRC-PSOE se ha "preocupado" de la situación del abastecimiento de agua "después de siete roturas que han puesto en peligro la vida de los vecinos".

Así, les sorprende que Casares "no ha hecho nada" al respecto y "critique" a Ciudadanos por "pedir que se tomen medidas para resolver el problema del abastecimiento y la seguridad de los vecinos".

González y Vielva consideran "lamentable" las roturas de agua de la tubería de agua que cruza la urbanización de Las Portillonas, en el barrio San Roque, en Muriedas, y que abastece a Santander.

E inciden en que tanto el Ayuntamiento de Santander como el Gobierno de Cantabria están "faltando a la verdad" ya que sus versiones son "contrapuestas". "Hemos pedido explicaciones y se echan la culpa entre ellos, cuando lo prioritario es arreglar el problema en toda su extensión", ha explicado el portavoz de C's.

Este partido recuerda que la tubería tiene más de cien años de antigüedad, ya que data de 1870, y ha sufrido siete roturas en un tramo de 180 metros desde el año 2006 por lo que no se trata de "un problema puntual".

"Debido a las roturas y las pendientes de las calles, el agua ha originado inundaciones en los garajes de las viviendas y una riada en las calles ha puesto en peligro la vida de los vecinos", ha incidido González, para quien las obras que se están realizando ahora "pretenden cubrir exactamente la mitad de este punto negro, de esos 180 metros donde menos roturas se han producido".

"Es un parche en esta infraestructura que no va a solucionar ni el problema de los vecinos ni del suministro", concluye.

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