Actualizado: lunes, 22 mayo 2017 13:37


SANTANDER, 22 May. (EUROPA PRESS) -

CSI-F ha valorado negativamente el nuevo calendario escolar de Cantabria tras su primer año de implantación y ha reclamado la inclusión de medidas correctoras así como el desistimiento de planes que no resulten "realmente beneficiosos" para la educación y para la comunidad educativa. Además, el sindicato ha denunciado el incumplimiento de la duración mínima del calendario escolar este curso 2016-2017.

En concreto, y ante el anuncio del consejero de Educación, Ramón Ruiz, de mantener el calendario el próximo curso, CSI-F ha pedido información "veraz y rigurosa" en todas las cuestiones que afecten al área laboral de los docentes, así como una estrategia y estudio previo de los planes a aplicar, un seguimiento de los mismos y una valoración posterior de los resultados.

En un comunicado, el sindicato ha explicado que, tras este primer curso en funcionamiento, ha constatado que el calendario "no ha producido mejora" en ninguno de los aspectos que pretendía: acoso escolar, abandono escolar, mejora en el aprendizaje, mejora en el rendimiento académico y mejora en la percepción de la educación como una actividad positiva y atractiva para el alumno.

"Más bien al revés", ha apuntado, puesto que el Consejo Escolar de Cantabria ha realizado una serie de propuestas para mejorar el calendario escolar "que prácticamente suponen darle una vuelta como si fuese un calcetín, ponerlo del revés".

CSIF ha dicho estar "perplejo" por cuanto la Consejería de Educación "expone las bonanzas" del calendario, mientras "la percepción por parte de los alumnos, de las familias y desde los centros es totalmente contraria y, en general, negativa".

ANÁLISIS DEL CURSO

Según el análisis de CSI-F, el curso se ha iniciado "mucho más tarde" que la propuesta inicial y de lo habitual. "Sin hacer ninguna valoración de un septiembre de locos, donde se inaugura el curso un día y comienzan las clases casi semana y media más tarde, el curso se ha acortado entre dos semanas y media y tres semanas, de promedio, por lo que incumple la duración mínima del calendario escolar", ha denunciado el sindicato.

Por otra parte, ha considerado que lo que se planteaba como una mejor distribución de los tiempos de aprendizaje se ha transformado en lo contrario pues las evaluaciones han aumentado de tres a cinco y los alumnos han tenido exámenes siempre antes de iniciar los períodos de descanso y además el tiempo de descanso se ha transformado en un tiempo para trabajar en casa.

La conciliación familiar que se pretendía no se ha conseguido en la mayoría de los casos porque únicamente ha consistido en aumentar el tiempo vacacional, ha sostenido el sindicato.

CSI-F también ha apuntado que no se han modificado y adaptado los contenidos curriculares, más allá de lo que el profesorado individualmente haya propuesto en sus programaciones, cuestión que "va a empeorar los resultados académicos" a su juicio.

El curso finaliza en las fechas en que habitualmente lo hace "y se queda corto" porque, en su opinión, "falta tiempo para impartir el currículo" y disminuyen "hasta el ridículo" los períodos de recuperación para aquellos alumnos que no hayan superado las distintas asignaturas, lo que demuestra "nula sensibilidad" hacia los estudiantes que precisan más apoyo y tiempo.

Tampoco ha supuesto "ningún beneficio formativo ni académico" para los alumnos de segundo de Bachillerato, "que se han pasado el curso haciendo exámenes" o de Formación Profesional, cuyo "abandono" ha denunciado CSI-F.

Ante este panorama, el sindicato ha propuesto algunos cambios concretos en este calendario para "ajustarse mejor" a los objetivos que pasan por "alargar el curso para que tenga la duración adecuada y equilibrada que permita al alumnado conseguir los objetivos académicos con más facilidad y menor presión". Propone que el curso se inicie la primera semana de septiembre y finalice en las primeras semanas de julio.

A los intervalos de descanso, el sindicato añade un período más en mayo y propone como fecha de fin de curso la actual para quienes lo superen "normalmente", pero sugieren un tiempo de repaso y recuperación de dos semanas al menos (antes de hacer los exámenes de recuperación o extraordinarios) para aquellos alumnos que lo precisen, y que obligaría a la Consejería a prolongar el curso hasta las primeras semanas de julio.

En todo caso, la Consejería debe garantizar la duración legal mínima establecida de 175 días lectivos. Las vacaciones estivales tendrían una duración de 6 a 8 semanas.

Volver a las tres evaluaciones tradicionales, distribuir los contenidos curriculares de forma homogénea y equilibrada, programación de actividades a realizar durante los tiempos de descanso son otras propuestas.

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