SANTANDER, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las denuncias por violencia de género en Cantabria han aumentado un 25% hasta el mes de junio de este 2017 respecto al año anterior, hasta alcanzar las 902 denuncias frente a las 720 que interpusieron en los seis primeros meses de 2016.
Con este aumento del 25%, Cantabria superar el crecimiento de denuncias registrado a nivel nacional, que ha sido del 18%, según ha el informe 'Un empleo contra la violencia de género' elaborado por la Fundación Adecco, con datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) e informes del Observatorio de la Violencia de Género.
Cantabria es, junto a Madrid, la tercera comunidad autónoma en donde más han crecido las denuncias por violencia de género. Los mayores aumentos se han dado en Navarra (44%) y en Aragón (33%), mientras que Canarias es la única región en la que las denuncias han descendido, un 11%.
La Fundación Adecco recoge también los resultados de una encuesta realizada a 500 mujeres víctimas que acudieron a sus oficinas en el último año para elaborar el V Informe Violencia de Género y Empleo, cuya publicación coincide además con la celebración del Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se convoca cada 25 de noviembre.
Este informe recoge que siete de cada diez mujeres encuestadas destacaron el desempleo y la precariedad laboral como el motivo principal para no denunciar una situación de violencia, junto al miedo a las represalias, "temiendo que la denuncia desencadene consecuencias más graves, tanto sobre ellas, como sobre sus hijos".
Además, un 62% admitió no haber denunciado hasta ese momento por "vergüenza a reconocer las situaciones que había tolerado", mientras que la mitad de las encuestadas declararon que no lo hicieron para no perjudicar a su agresor.
Otras de las razones mencionadas para no interponer una denuncia son la inseguridad jurídica, la esperanza de que el comportamiento de sus parejas cambie o la necesidad de "aguantar" la situación por el bien de sus hijos.
Según la Fundación Adecco, el 82% de las encuestadas admitieron que "les costó mucho" reconocer su "condición de víctima". Además, un 75% de los mujeres encuestadas no tenía empleo o trabajaba en condiciones de precariedad cuando sufría la violencia.